Las remontadas europeas más épicas

El Madrid, que no ha remontado dos goles en 30 años, apela al espíritu de las grandes noches europeas para superar el 2-0 en contra frente al Wolfsburgo. El Bernabéu dictará sentencia.

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Wiener SC 7-0 Juventus (1958/59)

La Vecchia Signora y la Copa de Europa no han tenido históricamente una gran relación. La Juve tardó treinta años en conquistar su primera orejona. A pesar de ser considerado uno de los grandes favoritos en muchas de las ediciones anteriores, los bianconeros daban el petardazo donde menos se esperaba. Su resbalón más sonado fue en su debut, en 1959. Tras ganar en Turín a los austriacos del Wiener por 3-1 –hat-trick de Sívori– los italianos se veían clasificados. La relajación les llevó en el Prater de Viena a sufrir la mayor humillación de su historia. Los locales ganaron por 7-0 y las risas de los 'tifosi' del Torino aún retumban en Turín.

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FC Barcelona 3-0 IFK Göteborg (1985/86)

El inicio de la gloria europea para el Barcelona se produjo en el Camp Nou en las semifinales de la Copa de Europa ante un IFK Göteborg que llegaba a la Ciudad Condal con un 3-0 favorable del partido de ida. El equipo de Venables fue infinitamente superior, igualó la eliminatoria en el tiempo reglamentario con un hat-trick de ‘Pichi’ Alonso y tras una prórroga muy igualada, los penaltis decidirían. Ahí surgió la figura de Urruti y sus manos de felino para que un joven recogepelotas llamado Josep Guardiola pudiera ser, por primera vez, protagonista de una foto para la posteridad del club azulgrana.

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Deportivo 4-0 AC Milan 2003/04

¿Es posible que un equipo italiano pueda hincar la rodilla en una eliminatoria con 4-1 a su favor? El 7 de abril de 2004 en Riazor, el Milan conoció esa sensación. El campeón de Europa, entrenado por Ancelotti, tenía encarrilada la eliminatoria y ni en sus peores pesadillas podían imaginarse lo que vivirían en Riazor. El Dépor hizo un partido perfecto. El tanto de Fran, a quince minutos del final, completó una remontada que nadie jamás olvidará. Europa cayó a los pies del SuperDepor.

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Saint-Étienne 5-1 Hajduk Split (1974/75)

Uno de los equipos que más han vibrado con la antigua Copa de Europa fue el St-Étienne. Los galos disfrutaron de remontadas memorables. Una de las más recordadas llegó tras caer con estrépito en Split. El Hajduk había ganado por 4-1 el partido de ida, bajo la nieve, y cuando, en el minuto Jovanic anotó el 1-1 en la vuelta, la eliminatoria parecía cerrada. No lo estaba. ¡¡En media hora el St-Étienne metió tres goles e igualó la eliminatoria!!. Luego en la prórroga marcó el gol que necesitaba para completar una remontada de leyenda.

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Panathinaikos 3-0 Estrella Roja (1970/71)

El Estrella Roja fue el primer equipo en Europa en sufrir el 'Infierno Verde'. El gol del Panathinaikos en Belgrado, en el partido de semifinales de Copa de Europa del 71, parecía ser el gol de la honra. El Estrella Roja ganaba por 4-0 y se lo podía permitir. O eso pensaron. Craso error. Como bien decía Puskás, en el fútbol "sí, se puede". En Atenas el Panathinaikos hizo un partido memorable, destrozando por completo el once yugoslavo que ya se veía en la final. Los griegos tumbaron a los serbios por 3-0 y el valor doble de los goles fuera de casa llevó al Panathinaikos a medirse ante el Ajax de Cruyff en Wembley.

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Inter 3-0 Liverpool (1964/65)

Un árbitro español, Ortiz de Mendibil, facilitó la rempontada del Inrer de Helenio Herrera en su eliminatoria ante un Liperpool en el que su técnico, Shankly, soñaba con convertirse en el primer entrenador británico en conquistar la Copa de Europa. Tras el repaso en Anfield (3-1) la proeza estaba más cerca. Antes de viajar, se emepzó a estender un rumor: el Liverpool no saldría vivo de Milán. Y así fue. Después de sufrir el acoso de los hinchas locales, los reds fueron víctimas de uno de los arbitrajes más sibilinos que se recuerdan la máxima competición continental. El Inter terminó ganando por 3-0 y disputaría la final contra el Real Madrid.

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Chelsea 4-1 Napoles (2011/12)

Ivanovic, ese gladiador serbio que siempre juega con el cuchillo entre los dientes, escribió una de las páginas más gloriosas del Chelsea gracias a su gol en Stamford Bridge ante el Nápoles. El Chelsea de Villas-Boas había sido triturado en Italia, perdiendo por 3-1, y estaba con pie y medio fuera de la Champions. Llegó Di Matteo y con él una auroela de suerte complementada con un ejército de viejos legionarios con ganas de morir matando. En Londres, casi un mes después, los Blues lograron lo imposible. Un gol de Lampard a los 75 minutos llevó la eliminatoria a la prórroga. Ahí, desde Belgrado, tras un centro desde el ala derecho del ataque Blue, apareció la figura de un búfalo de nombre Branislav que remató con todo para hacer realidad el sueño de un equipo, que terminaría levantado su primera Champions League.

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Real Madrid 5-1 Derby County (1975/76)

El Madrid acumula remontadas imposibles en Europa amparado en el espíritu de Juanito y en el slogan de los "90 minuti en el Bernabeu son molto longos". Pero el germen, el origen, la madre de todas las remontadas en el coliseo merengue dio a luz un 5 de noviembre de 1975. Ese día el Santiago Bernabéu vivió una noche europea histórica. El campeón inglés, el Derby County, llegaba a la capital de España con un 4-1 a su favor. Los goles de Santillana, Martínez (dos cada uno) y Pirri (de penalti) dejaron claro que para el Real Madrid, en su competición fetiche, no había imposibles.

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Hamburgo 5-1 Real Madrid (1979/80)

El otro lado de la moneda. El remontador remontado. El Madrid vivió la cara amarga de ver como te hacen añicos en la vuelta, pocos años después en Alemania, donde ya se fraguaba una maldición. El equipo merengue había encarrilado la eliminatoria contra el Hamburgo con un 2-0 en el Bernabéu, pero en el Volksparkstadion todo fue favorable a los locales. Magath, Keegan y Hrubesch estuvieron implacables y ni el gol de Cunningham sirvió para maquillar el resultado. Del Bosque, en un auténtico gesto de desesperación, fue expulsado y tuvo que ser testigo desde fuera del campo de cómo Mering daba la puntilla con el quinto gol en una de las peores noches europeas del Madrid.