Qué ver en Patones y Buitrago del Lozoya, dos pueblos únicos del norte de Madrid
El norte de la Comunidad de Madrid esconde verdaderas joyas rurales que bien merecen una visita de al menos una jornada, para huir por unas horas del mundanal ruido de la capital de España. Patones y Buitrago del Lozoya son dos ejemplos de pueblos con encanto que visitar, de vez en cuando, desde Madrid, o desde cualquier punto de la geografía española.
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Buitrago del Lozoya
El lado sur de la muralla sólo es posible visitarlo en horario restringido y el acceso se localiza junto a la iglesia de Santa María del Castillo.
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Buitrago del Lozoya
Una de las puertas de entrada al casco histórico de Buitrago. De fondo, la iglesia de Santa María del Castillo.
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Buitrago del Lozoya
Es muy destacable el Castillo de los Mendoza, situado en el extremo sur del pueblo, actualmente está en proceso de rehabilitación por lo que la visita a su interior no es posible. De arquitectura mudéjar y forma casi cuadrada, fue la residencia del Marqués de Santillana y su familia y en él residió Juana de Portugal y su hija Juana la Beltraneja.
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Buitrago del Lozoya
El río Lozoya protector natural del pueblo, con la muralla que se ha conservado hasta nuestros días. Su conjunto histórico y monumental fue reconocido en 1993 y decalarado Bien de Interés Cultural el casco antiguo de la Villa de Butrago del Lozoya.
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Buitrago del Lozoya
Pocos kilómetros más al norte y a 75 kilómetros de Madrid capital, se encuentra Buitrago del Lozoya. Su privilegiada situación geográfica eleva a este pueblo a la categoría de uno de los más bonitos de la Comunidad, rodeado por el río Lozoya, en plena sierra.
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Buitrago del Lozoya
El Jardín Medieval en el parque d ela Villa, a pocos minutos del centro.
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Patones de Arriba
Al acercarnos a la entrada del pueblo nos damos cuenta de su arquitectura de otro tiempo donde la pizarra negra lo domina todo.
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Patones de Arriba
Al adentrarnos en el interior del pueblo nos damos cuenta de que su arquitectura de otro tiempo, donde la pizarra negra lo domina todo, es de una belleza incomparable.
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Patones de Abajo
Su población se reparte de forma desigual entre las localidades de Patones de Arriba, anclado en otra época manteniendo su arquitectura tradicional y Patones de Abajo, enclavado en una planicie y en el que se desarrolla casi toda la vida comercial y social.
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Patones de Arriba
Patones de Arriba, es uno de los más representativos ejemplos de la arquitectura negra que se desarrolla en la Sierra de Ayllón.
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Patones de Arriba
En Patones se puede contemplar las viviendas y construcciones tradicionales de la llamada arquitectura negra, de hecho, este pueblo escondido en lo alto de una montaña es uno de sus mayores exponentes.
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Patones de Arriba
Una de las calles del pueblo, también construidas con piedras para evitar los resbalones con las heladas invernales.
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Patones de Arriba
Un cartel informativo indica que hubo reyes del pueblo, título que era hereditario, hasta que en 1750 se pidió que empezara a haber alcalde.
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Patones de Arriba
El paseo recorriendo todo el pueblo nos ocupará no más de una hora, con muchas paradas para hacer fotos de sus rincones más bucólicos.
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Patones de Arriba
En Patones de Arriba permanecen abiertos varios restaurantes y hostales rurales donde poder pasar la noche y recuperar fuerzas.
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Patones de Arriba
Varios carteles y señales que indican la cercanía de dos restaurantes y la lejanía de algunas ciudades alrededor del mundo.
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Patones de Arriba
Este pueblo pudo tener su origen en un antiguo poblado ganadero levantado en el siglo XVI. En aquellos primeros años de vida de este pueblo las viviendas eran de una sola planta y no fue hasta varios siglos después que estas viviendas crecieron hasta tener dos plantas, muy similares a las que hoy se pueden ver al pasear por sus estrechas callejuelas.
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Patones de Arriba
Gracias a la incomparable belleza rural de estas casas centenarias en las que la pizarra y la madera son protagonistas, el casco urbano de Patones fue declarado en 1999 Bien de Interés Turístico Cultural, título que lo llevó a la fama hasta nuestros días.
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Patones de Arriba
Uno de los callejones de Patones, paraíso para los más aficionados a Instagram y destino ideal para los que sólo buscan la tranquilidad de un pueblo.
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