LD (AFP)
"A eso aspiro: a que Chile sea un país plenamente democrático", proclamó el mandatario socialista, hablando ante el Parlamento reunido en pleno en Valparaíso, 100 kilómetros al oeste de Santiago. Sin mencionar a Pinochet, que gobernó Chile entre 1973 y 1990, Lagos consideró que las reformas a la Carta que cuentan con el apoyo de la derecha opositora "son insuficientes", porque no abordan temas de fondo, como la existencia de ocho senadores "designados" por las Fuerzas Armadas y otras instituciones.
A esos legisladores, que no llegan al Parlamento por votación popular, se suman dos senadores "vitalicios": Pinochet y el ex presidente Eduardo Frei (1994-2000), en su condición de ex gobernantes, según lo permite la Constitución. "El Congreso Nacional de Chile tiene que ser la fiel expresión de la soberanía popular. Nada más ni nada menos. Eso significa que todos los parlamentarios sean elegidos por la ciudadanía, y también significa contar con un sistema electoral capaz de representar en el Congreso lo que la ciudadanía expresa en las urnas", agregó.
Dentro de las reformas constitucionales, aprobadas por la Cámara de Diputados y detenidas ahora en el Senado, donde existe un empate entre el oficialismo y la derecha opositora, el gobierno de Lagos propone eliminar el sistema electoral "binominal" que implantó el régimen de Pinochet, para favorecer la representación de grandes bloques de partidos y desplazar a las corrientes minoritarias.
A esos legisladores, que no llegan al Parlamento por votación popular, se suman dos senadores "vitalicios": Pinochet y el ex presidente Eduardo Frei (1994-2000), en su condición de ex gobernantes, según lo permite la Constitución. "El Congreso Nacional de Chile tiene que ser la fiel expresión de la soberanía popular. Nada más ni nada menos. Eso significa que todos los parlamentarios sean elegidos por la ciudadanía, y también significa contar con un sistema electoral capaz de representar en el Congreso lo que la ciudadanía expresa en las urnas", agregó.
Dentro de las reformas constitucionales, aprobadas por la Cámara de Diputados y detenidas ahora en el Senado, donde existe un empate entre el oficialismo y la derecha opositora, el gobierno de Lagos propone eliminar el sistema electoral "binominal" que implantó el régimen de Pinochet, para favorecer la representación de grandes bloques de partidos y desplazar a las corrientes minoritarias.
