La Casa Blanca ha lanzado este martes una dura advertencia al régimen chavista. Su portavoz, Karoline Leavitt, ha asegurado que Estados Unidos está preparado para "usar todo su poder" para detener el "flujo de drogas" procedente de Venezuela, cuyo gobierno considera un "cártel del narcotráfico".
Preguntada por el masivo despliegue de 4.000 soldados y varios buques de guerra en el Caribe, Leavitt ha sido tajante: el presidente Donald Trump "está preparado" para llevar a los responsables ante la justicia. "Maduro no es un presidente legítimo. Es un líder fugitivo de este cártel, acusado en EEUU de tráfico de drogas", insistió.
El despliegue militar es de una enorme envergadura. Incluye un submarino nuclear, aviones de reconocimiento P8 Poseidon, varios destructores y un buque de guerra equipado con misiles, según fuentes de la defensa citadas por la cadena CNN.
Como era de esperar, la dictadura cubana ha salido en defensa de sus socios de Caracas. El Gobierno de La Habana ha exigido exigió respetar la región como "una zona de paz" y denunciado la presencia militar estadounidense como parte de una "agenda corrupta", responsabilizando de la misma no al presidente de Estados Unidos sino al secretario de Estado, Marco Rubio.
Esta operación se enmarca en la nueva doctrina de Defensa impulsada por el secretario Pete Hegseth, que amplía las competencias del Ejército para "sellar las fronteras" y "repeler toda forma de invasión, incluida la inmigración masiva, el tráfico de drogas" y otras actividades criminales.