Los ganadores ucranianos de Eurovisión venden su trofeo para comprar drones con los que hacer frente a Rusia

Los integrantes del grupo ucraniano Kalush Orchestra, ganadores de la última edición del festival de Eurovisión con la canción "Stefania", han decidido vender el icónico trofeo del certamen para obtener fondos con los que comprar drones que puedan ser utilizados contra la invasión rusa de su país.

Tal y como ellos mismos han informado en su página de Facebook, el grupo ha conseguido un total de 900.000 dólares tras subastar el famoso micrófono de cristal adjudicarse a una empresa llamada Whitebit, dedicada a la tecnología de la información.

"¡Sois increíbles! Agradecemos a todos y cada uno de ustedes por hacer donaciones en esta subasta y un especial agradecimiento al equipo Whitebit que compró el trofeo por $ 900,000 y ahora son los propietarios legítimos", reza un mensaje colgado en la red social.

Según las agencias locales ucranianas, el dinero obtenido en la subasta se destinará a comprar tres drones del tipo PD-2 para combatir a las tropas rusas que invadieron Ucrania el pasado 24 de febrero.

Una edición salpicada por la polémica

Con una audiencia estimada de unos 200 millones de espectadores en todo el mundo, el pasado 14 de mayo el grupo Kalush Orchestra se alzó con la victoria del festival Eurovisión tras una votación de infarto en la que la representante española logró finalmente la tercera posición.

Pese a no ser una de las canciones favoritas del jurado profesional, el televoto otorgaba la victoria a Ucrania, que se convertía así en ganador del certamen por tercera vez a lo largo de su historia. "Nuestro coraje impresiona al mundo, nuestra música conquista Europa", reacción entonces el presidente ucraniano Volodímir Zelenski.

La edición de este año no estuvo exenta de polémica, ya que hasta seis países denunciaron que no se había tenido en cuenta la votación de sus respectivos jurados. La organización del festival corroboró este extremo, pero justificó su decisión alegando que habían detectado irregularidades en las votaciones que Rumanía, Montenegro, Moldavia, Azerbaiyán, Polonia y San Marino durante la segunda semifinal, concretamente, que dichos países podrían haber llegado a un pacto para votarse entre ellos. Si sus votaciones reales se hubieran tenido en cuenta, Chanel habría quedado en segunda posición.