Una marea contra la reforma de las pensiones del presidente francés llena el centro de París. "Aquí estamos, aunque Macron no quiera", gritan frente al férreo dispositivo policial que les impide avanzar. Algunos lo intentan y se viven momentos de tensión con los agentes. Los manifestantes se habían concentrado previamente delante de este centro comercial, donde ayer irrumpían, sin que los vigilantes pudieran detenerlos. Protestas que se saldaban con 169 detenidos en todo el país.
El retraso de la edad de jubilación que quiere el presidente tiene un frente popular en la calle, con más huelgas y marchas en los próximos días, y otro político aquí, en la Asamblea Nacional. Porque este lunes se debaten las dos mociones de censura contra su gobierno. Sin opciones de prosperar, la de Marine Le Pen, que apoyará, junto a la coalición de izquierdas, la de los regionalistas y centristas. Los 30 votos de los Republicanos, el tradicional partido conservador, tienen el poder para inclinar la balanza a favor o en contra del mandatario. Frente a la oficina de su líder en Niza, se concentraban hace unas horas estos manifestantes para exigirle el apoyo a la moción de censura.