
Los ataques rusos siguen en Ucrania pese a las conversaciones entre Putin y Trump y el respeto por las normas básicas de la guerra y los derechos humanos es el mismo que antes de que el presidente americano lanzase su ofensiva diplomática contra Kiev: ninguno.
En las últimas semanas en lugar de frenar los combates Rusia ha intensificado su presión en el frente de batalla y, además, este domingo ha lanzado un nuevo ataque contra una ciudad que ha provocado una masacre de civiles.
Ha sido en la ciudad de Sumy, en el noroeste de Ucrania y a menos de 50 kilómetros de la frontera con Rusia. Según ha explicado el ministro del Interior, Igor Klimenko, varios misiles balísticos han impactado en la mañana de este domingo en el centro de la ciudad. La zona alcanzada estaba abarrotada de personas que en ese momento estaban celebrando el Domingo de Ramos.
Klimenko ha confirmado que ya hay 32 fallecidos, entre ellos dos niños. La cifra de heridos ha sido de 99, con también 11 niños entre ellos. 34 de los heridos están hospitalizados y diez están en estado grave. Además, las cifras de la masacre podrían crecer ya que "los equipos de rescate continúan su trabajo en el lugar del ataque enemigo", según indicaba el servicio ucraniano de emergencias.
Según ha explicado el gobernador de la región homónima, Volodimir Artiuj, la mayor parte de las víctimas viajaban en un autobús alcanzado por uno de estos proyectiles, el primero de ellos, del que ha dicho que se trataba de una "bomba de racimo", información que luego ha confirmado el jefe de la Oficina Presidencial, Andriy Yermak.
"Una escoria inmunda"
Volodimir Zelenski, ha denunciado "el terrible ataque" y ha asegurado que "solo una escoria inmunda puede actuar así, arrebatando la vida a gente común".
Además, ha añadido que "sin presión sobre Rusia, la paz es imposible" y ha recordado que las conversaciones de paz "nunca han detenido los misiles balísticos ni las bombas aéreas. Lo que se necesita" ha dicho, es tener hacia Rusia "la actitud que un terrorista merece".
EEUU: "Rebasa los límites de la decencia"
La reacción de Estados Unidos no se ha hecho esperar, el enviado especial de la Presidencia estadounidense para Ucrania, Keith Kellogg, ha condenado la acción rusa asegurando que "el ataque de hoy, Domingo de Ramos, de fuerzas rusas contra objetivos civiles en Sumy rebasa todos los límites de la decencia", según ha publicado en su cuenta en la red social X.
Today's Palm Sunday attack by Russian forces on civilian targets in Sumy crosses any line of decency. There are scores of civilian dead and wounded. As a former military leader, I understand targeting and this is wrong. It is why President Trump is working hard to end this war.
— Keith Kellogg (@generalkellogg) April 13, 2025
"Hay decenas de civiles muertos y heridos", añadía, "como antiguo mando militar sé de objetivos y esto está mal. Por eso el presidente Trump está trabajando duro para poner fin a esta guerra", ha añadido, olvidando el triste papel que la diplomacia americana ha jugado en las últimas semanas y obviando que este ataque es una demostración más de que el enfoque de Trump para acabar la guerra no sólo es un completo disparate, sino que está fracasando por completo.
