Desde hace un largo año, Juan Lorenzo Holmann Chamorro, gerente general de la Prensa de Managua padece "un trato ilegal, pero básicamente inhumano" en una cárcel de Nicaragua. Lo mismo sucede con José Rubén Zamora, Walter Gómez, Miguel Mendoza, Cristiana Chamorro y otros muchos defensores de la libertad de prensa encarcelados por el régimen de Daniel Ortega. De hecho, a día de hoy, Nicaragua es el único país del hemisferio Sur sin un único periódico impreso y más de 160 periodistas han tenido que escapar del país por miedo a las represalias.
No solo sucede en Nicaragua. En Venezuela ya no quedan periodistas libres, ni en Cuba, ni en El Salvador. Estos profesionales han explicado este viernes en Madrid durante la 78ª. Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), las consecuencias de contar lo que sucede en sus respectivos países: asesinatos, desapariciones forzosas, confiscaciones de medios, hostigamiento judicial, represión, amenazas a familiares y el exilio o la cárcel.
En la mayoría de casos, estos profesionales optan por dejan de ejercer el periodismo por "temor"; sus familias siguen allí, donde son conocidas y vigiladas por las autoridades; las fuentes informativas también tienen miedo a hablar, incluso de manera anónima. El resultado, ha señalado el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP y director de La Voz Interior (Argentina), Carlos Jornet, es que sin libertad de prensa, no hay libertad de expresión. Y desaparece la democracia, dejando a la sociedad inerme ante el poder.
Néstor Arce (Divergentes, Nicaragua), Gabriela Cáceres (El Faro, El Salvador), Yadiris Luis Fuentes (Eltoque.com y ADN, Cuba) y Alonso Moleiro (colaborador de varios medios en Venezuela y El País de España) son algunos de los que participaron para denunciar lo que significa tener que exiliarse para esquivar las "amenazas" de los gobiernos de esos países, con las que intentan "amordazar" la libertad de expresión y prensa.
Venezuela, sin periodistas libres
También Miguel Otero (El Nacional, Venezuela), habló de la gran "diáspora" de periodistas venezolanos, que supone una "anulación" de su profesión. La asociación Venezuelan Press de España agrupa a unos 400, pero solo el cinco o diez por ciento ejerce la profesión, según dijo.
Moleiro, a su vez, constató la "importante cantidad de periodistas en el exilio", además de casos como el de Roland Carreño, dos años preso acusado de "asociación para delinquir" y sin juicio abierto, aseguró.
A pesar del chavismo, del gobierno del presidente Nicolás Maduro y de la "censura", valoró y agradeció que en Venezuela todavía haya periodistas que ejercen su deber cívico. Aunque advirtió de que la libertad de prensa se deteriore aun más y "pronto" se asemeje la situación a Nicaragua.
Periodismo en Nicaragua: "La resistencia"
Néstor Arce indicó que hay más de 180 periodistas nicaragüenses en el exilio que han tenido que salir huyendo a escondidas por la frontera con Costa Rica para poder salvar su vida y seguir informando de la realidad del país.
Aseguró que la libertad de prensa sufre un deterioro progresivo desde que Daniel Ortega regresó a la Presidencia (2007); el poder ha ido "minando" todos los espacios de información independiente, ha comprado medios y trata de "manipular" las redes sociales. "Nicaragua es el único país del hemisferio sin un único periódico impreso", lamentó.
A pesar de la "represión", el periodismo nicaragüense "resiste", se ha reinventado, desde Costa Rica, EEUU, México o España, donde profesionales tratan de seguir informando sobre su país. "Pero una lástima que se pierdan grandes periodistas por ese miedo", apostilló.
Periodismo independiente: en la diana de Diaz Canel
Gabriela Cáceres, que salió de El Salvador en enero pasado de manera "preventiva", denunció la persecución "muy directa" del presidente Nayib Bukele a su medio (El Faro) y al periodismo de investigación en general, los medios con "vigilados" y "espiados", y probablemente empeore la situación, apuntó.
Yadiris Luis Fuentes explicó que el periodismo independiente es la "diana" del Gobierno y el Código Penal de la "dictadura cubana" para silenciarlo; y los profesionales que lo ejercen desde el extranjero "van a la cárcel si vuelven".
El "régimen" se dedica a "desprestigiar" a los periodistas ("mercenarios, vendepatrias"), y la comunidad internacional "a veces hace oídos sordos", resaltó. Por eso, "la mayoría estamos en el exilio y luego no nos atrevemos a contar nuestras historias", comentó, pues necesitan "terapia" y adaptarse a otras sociedades. En Cuba, sintetizó, "no nos quieren presos, nos quieren fueran del país".
Al margen, otros participantes en la asamblea alertaron del "deterioro" de la libertad de prensa en países como Perú y Guatemala y falta de protección (o insuficiente) de periodistas colombianos, y pidieron acabar con la "impunidad" penal de los autores de crímenes contra estos profesionales