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Crimen de Chaco: el asesinato de una joven perpetrado bajo la protección del kirchnerismo

Los Sena habrían matado a Cecilia Strzyzowski pensando que "a nadie le importaría" y ellos saldrían impunes. Hay "mucha gente" que les sigue ayudando.

Los Sena habrían matado a Cecilia Strzyzowski pensando que "a nadie le importaría" y ellos saldrían impunes. Hay "mucha gente" que les sigue ayudando.
Cecilia Strzyzowski, joven asesinada por el clan Sena. | CEDIDA POR LA FAMILIA

Los investigadores siguen buscando restos de Cecilia Strzyzowski hasta debajo de las piedras -literalmente- en Resistencia, capital de la provincia argentina de Chaco. En los últimos días, no sólo se han practicado varios registros en distintas propiedades de la familia Sena (acusada del asesinato) y se ha rastreado el entorno del río señalado por uno de los detenidos (asistente del cabeza de familia), sino que además se ha revisado bajo el asfalto de una calle pavimentada justo después de la desaparición de la chica (con un georradar).

La mujer -de 28 años- entró el pasado 2 de junio en la casa de sus suegros, un matrimonio de sindicalistas muy influyentes cercanos al gobernador kirchnerista Jorge Milton Capitanich, y ya no volvió a salir. Al menos con vida. Su familia no fue consciente de su desaparición hasta unos días después. Cecilia y su pareja -el joven César Sena, de 19 años- habían dicho al entorno de ella que iban a realizar un viaje a Ushuaia con motivo de una oferta de trabajo que les podía cambiar la vida.

No es hasta el día 5 de junio cuando, gracias a la denuncia de un vecino del clan Sena, unos agentes les hacen saber que algo terrorífico le puede haber pasado. Según el testimonio del abogado de la madre de la joven, el cuerpo de Cecilia ha sido descuartizado, triturado, quemado y desperdigado con el objetivo de que nadie hallara jamás algo de la chica que les pudiese incriminar. Sin embargo, su familia ha reconocido algunas de sus pertenencias entre las muestras u objetos recogidos durante los registros de las propiedades de estos piqueteros (líderes obreros, pero de los que tienen varias casas y personas a su servicio).

El martes 20 de junio, los investigadores localizaron restos óseos triturados -que ya se han confirmado que son humanos y podrían corresponderse con la falange de un pie y una mano- en el Río Tragadero. Concretamente en el lugar señalado por Gustavo Obregón, asistente de la familia Sena y uno de los detenidos por el asesinato de Cecilia. Tanto él como su esposa (también empleada de la familia) se encontraban en la escena del crimen el día de autos. Se cree que ayudaron al clan a deshacerse del cadáver. Él se ha desvinculado del crimen y ha llevado a los agentes hasta el sitio en el que la familia habría arrojado los restos de la chica.

A partir de ahí, se llevaron a cabo otros registros en los que también se han realizado hallazgos "positivos". El letrado de la familia de Cecilia, Fernando Burlando, se ha mostrado convencido -en declaraciones al canal de televisión argentino TN (Todo Noticias)- de que esos huesos (o lo que queda de ellos) pertenecen a Cecilia y así lo confirmarán los peritajes, dado que estaban "en el mismo lugar" y presentaban "el mismo aspecto" que las pertenencias que ha logrado identificar la familia (que también fueron incineradas).

Cuando hablamos de restos óseos, se trata de "piezas pequeñas, de dos centímetros o menos", aclara el letrado. Aunque ha recordado que hoy en día "no es necesario" contar con el cadáver de la víctima para que los responsables de su muerte sean condenados, si hay pruebas suficientes. De hecho él está convencido que los "asesinos" de Cecilia (a los que hace referencia siempre en plural) pagarán, en contra de lo que ellos mismos -que "se creían impunes"- pensaban.

Bajo el ala del kirchnerismo

"Impunidad", esta ha sido una de las palabras más repetidas por el abogado durante la entrevista al canal argentino. Es el ala bajo el que se habría organizado y llevado a cabo el crimen de la mujer. "Cuando el clan Sena planifica el asesinato de Cecilia en los días anteriores", señala, "también habría planificado su impunidad". En su opinión, el viaje que ella y César se suponía iban a realizar -en busca de una oportunidad de "cambiar su futuro"- formaba parte de la estrategia para intentar salir airosos de esta situación.

"Por mucho tiempo, nadie se preguntaría" por el paradero de la joven, argumenta. Y ellos se encargarían de estirar el chicle lo máximo posible. De ahí que, los días posteriores a su desaparición, César enviara mensajes de texto a la madre de su pareja haciéndose pasar por ella, para calmar sus ansias por saber de su hija (acostumbrada a hablar con la joven a diario). Posiblemente, advierte Burlando, la idea era que lo siguiera haciendo así durante mucho tiempo. De esta manera, se hubieran salido con la suya.

"Este crimen, si hubieran pasado uno o dos meses más hubiera sido imposible de reconstruir", ha asegurado. "Hay mucha gente que sigue colaborando con este clan, limpiando el rastro de lo que han hecho... Están locos, desquiciados, por la impunidad que les han transmitido" los propios Sena. Pero, a pesar de su complicidad, en los últimos días se han dado grandes pasos en la investigación del asesinato. Y él vaticina que habrá novedades importantes en muy poco tiempo.

¿Autoría intelectual femenina?

Sin duda, una de las preguntas que se hacen -tanto los investigadores como aquellos que siguen el caso- es si, como parece, Marcela Acuña es la autora intelectual del asesinato. La mujer, madre del novio de la joven, nunca quiso que formara parte de su familia (de su clan). Intentó separarles por todos los medios.

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Quienes conocen a los Sena aseguran que ella tenía una relación muy controladora con su hijo. Burlando es de los que piensan que ella pudo haber liderado el plan para acabar con la vida de Cecilia, a quien intentó convertir en una piquetera -como se define ella- de pro sin éxito.

"Las comunicaciones y todo lo que recrea el vínculo, la relación que tenían, habla de una situación de mucho malestar, de un hijo que evidentemente estaba sometido a los designios de sus padres, y que también creció con esa marca de impunidad", señala.

"Todos pensaron que Cecilia podía desaparecer y a nadie le iba a importar", asevera. Cree que la joven era "una mujer engañada, que pasó gran tiempo pensando que su vida iba a cambiar, que tenía muchas ilusiones". Y todo, añade, "a pesar de haber vivido situaciones de violencia".

"No se dio cuenta de todo esto que tenía cerca, por el amor que sentía" pero "debe haber visto de todo, porque ella estaba entramada en esta familia", comenta el abogado de su madre que sin embargo cree que no tuvo por qué haber un motivo en concreto que fuese el detonante del terrible desenlace. Considera que se dio la oportunidad de hacerlo y que -creyendo que son impunes- lo hicieron sin más.

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