Parecía evidente que Nicolás Maduro buscaría cualquier excusa para desviar la atención de los venezolanos hacia cualquier tema que no tuviera que ver con el proceso de las elecciones presidenciales de 2024. El chavista comienza a ver con mucha preocupación el creciente favoritismo de María Corina Machado que arrasó en las primarias opositoras.
Ante esta situación, Maduro recurrió a una vieja estrategia muy utilizada por gobiernos autoritarios y decidió desviar la atención hacia un territorio históricamente reclamado por Venezuela y que hoy está bajo soberanía de Guyana. Se trata de la zona del Esequibo de 160,000 kilómetros cuadrados y con una gran riqueza mineral y de otros recursos.
Después de unos resultados que según fuentes chavistas fueron favorables a la anexión de esa zona, el dictador decidió lanzar un plan de acción sobre la zona, con el otorgamiento de licencias para la explotación petrolera y despliegues militares en localidades cercanas a la zona.
Ante esta situación el presidente de Guyana, Irfaan Ali, señaló a la BBC que ya está tomando medidas diplomáticas, legales y militares ante la amenaza lanzada por Venezuela en los últimos días. Según el mandatario, se trata de una amenaza directa hacia su país, además de una violación a los principios fundamentales del derecho internacional consagrados en la carta de la ONU y de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Además, el presidente de la chavista Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, señaló que se tiene previsto aprobar en unos días la ley de anexión del territorio en disputa con Guyana, ante los resultados del referéndum del pasado domingo, un proceso que la propia opositora Machado dijo que "la poca credibilidad que podía tener este organismo (electoral) se la arrebataron de una, ni ellos mismos creen los resultados".
El chavismo ha acusado al gobierno de Guyana de "abrir la posibilidad de instalación de bases militares a una potencia imperial", en alusión a Estados Unidos.