
La dictadura cubana ha cerrado filas una vez más con el régimen chavista de Venezuela. El ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, ha subrayado la "solidaridad y apoyo" de su país a Nicolás Maduro frente a lo que califica de un intento de Washington de "destruir a la revolución bolivariana".
A través de sus redes sociales, Rodríguez ha calificado como un "grave peligro" el envío de más buques militares de EEUU a aguas del Caribe. Según el canciller castrista, esta operación busca "reimponer su dominación" con el "ridículo pretexto" de enfrentar el narcotráfico.
Estas declaraciones se producen después de que la Casa Blanca anunciara un importante despliegue militar en el Caribe para frenar el "flujo de drogas", que incluye varios buques de guerra y unos 4.000 marines. La operación se refuerza días después de que EEUU duplicara a 50 millones de dólares la recompensa por información que lleve a la captura de Nicolás Maduro, a quien acusa de narcotráfico.
Previamente, el propio presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, había mostrado "toda la solidaridad y el apoyo" de la isla a Venezuela. Convencido, dijo, de que "la fortaleza de la Unión Cívico-Militar en Venezuela derrotará las amenazas imperialistas".
