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El nuevo tsunami en Japón activa el sistema mejorado tras 2011: qué ha cambiado desde entonces

La alerta por tsunami tras el seísmo de Kamchatka pone en marcha las medidas reforzadas desde el desastre de 2011.

La alerta por tsunami tras el seísmo de Kamchatka pone en marcha las medidas reforzadas desde el desastre de 2011.
JMA

La llegada de olas de hasta 60 cm a Japón tras el terremoto de magnitud 8,8 frente a la península de Kamchatka ha activado la alerta nacional de tsunami. Esta nueva situación sirve para poner a prueba el sistema renovado de advertencias de la Agencia Meteorológica de Japón (JMA), rediseñado tras los errores del desastre de 2011, cuando el tsunami superó toda previsión y dejó casi 20.000 víctimas.

El terremoto y la activación del sistema

El seísmo se produjo a las 08:24 del 30 de julio, con epicentro en el mar de Ojotsk, frente a la costa oriental rusa. La JMA emitió una alerta inmediata ante el riesgo de olas de hasta 3 metros, con especial atención a zonas como Hokkaido, Fukushima, Miyagi y las islas Ogasawara.

Las primeras mediciones mostraron olas moderadas, pero la agencia recordó que las más grandes pueden llegar horas después, y que deben mantenerse las evacuaciones mientras dure la alerta.

¿Qué falló en 2011?

La catástrofe del 11 de marzo de 2011 reveló varios fallos graves en el sistema:

  • Subestimación de la magnitud inicial: se calculó un valor de 7,9 cuando en realidad fue de 9,0.

  • Estimaciones de olas muy por debajo de la realidad, lo que redujo la percepción del peligro.

  • Mensajes confusos: se difundieron cifras pequeñas antes de que llegaran las olas más destructivas, provocando que muchos pensaran que ya había pasado el peligro.

  • Falta de actualizaciones inmediatas con datos de sensores en alta mar.

Estos fallos impidieron una evacuación eficaz en miles de casos, especialmente en zonas como Miyagi, Iwate y Fukushima.

Qué ha cambiado desde entonces

Desde marzo de 2013, Japón dispone de un sistema totalmente reformado. Entre las mejoras clave se incluyen:

  • Avisos en menos de tres minutos tras un gran seísmo.

  • Uso de una magnitud máxima predefinida si los cálculos iniciales son inciertos, para no subestimar el riesgo.

  • Nuevas categorías claras: "Tsunami enorme", "Alerta alta", "Observación en curso", en vez de cifras engañosas.

  • Sensores GPS y boyas en alta mar conectados por satélite para detectar cambios en el nivel del mar en tiempo real.

El sistema también distingue entre estimaciones iniciales y revisadas, y evita dar cifras menores si pueden inducir a error. Por ejemplo, si las primeras olas son pequeñas, se indica que la situación sigue en observación.

Nueva tecnología para no perder tiempo

Para evitar los errores de 2011, se han instalado seismómetros de banda ancha resistentes a saturaciones, que permiten calcular la magnitud real en menos de 15 minutos. También se han desplegado boyas DART y medidores de presión en el fondo marino, que permiten actualizar en tiempo real las estimaciones de altura de las olas.

Además, se han reforzado las comunicaciones mediante enlaces satelitales y suministro eléctrico de emergencia hasta 72 horas, evitando cortes de datos incluso en apagones prolongados.

Evacuación inmediata y cultura preventiva

La JMA ha reforzado su estrategia de educación pública:

  • Producción de vídeos educativos como Escape the Tsunami! y materiales escolares.

  • Simulacros periódicos de evacuación.

  • Materiales divulgativos en centros escolares y oficinas locales.

El objetivo es que los ciudadanos actúen por sí mismos, sin esperar a una confirmación oficial si perciben riesgo. La frase clave difundida por JMA es clara:
"No esperes. Si sientes un terremoto fuerte, evacua de inmediato".

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