
El Ejército de Israel ha dado un nuevo golpe al terrorismo palestino al acabar esta madrugada con la vida de Abdul Latif al Qanou, portavoz de Hamás, en un quirúrgico ataque aéreo contra una tienda en Yabalia, al norte de Gaza. Así lo ha confirmado el propio grupo islamista a través de Telegram, donde no ha dudado en calificar el hecho como un "ataque sionista".
"Abdul Latif Al Qanou ascendió al cielo como mártir en la madrugada del jueves 27 de marzo de 2025", rezaba el comunicado de Hamás, que no oculta su frustración tras perder a una de sus figuras clave. Fuentes médicas citadas por la televisión Al Aqsa, vinculada al grupo terrorista, han señalado que el ataque dejó también varios heridos, aunque para variar no ha aportado detalles verificables.
Con su habitual tono desafiante, Hamás ha insistido en que "los ataques de la ocupación contra los dirigentes y portavoces del movimiento no quebrantarán nuestra voluntad", prometiendo redoblar esfuerzos "hasta la liberación de la tierra y los lugares sagrados". Un discurso que choca con la realidad de una organización que sigue utilizando a la población civil como escudo humano mientras lanza amenazas vacías.
Este golpe se suma a la operación del pasado 18 de marzo, cuando Israel puso fin a una tregua rota por los islamistas y eliminó a más de 400 terroristas en Gaza, entre ellos Naji Abu Saif (alias Abu Hamza), portavoz del brazo armado de la Yihad Islámica Palestina, junto a su familia. Desde entonces, las cifras del Ministerio de Sanidad gazatí —controlado por Hamás— hablan de más de 800 muertos, incluyendo supuestamente 300 menores, y 1.700 heridos, datos de una fuente de la que incluso la ONU reconoce que infla las cifras y que en cualquier caso no recogen los bombardeos de esta madrugada.
Israel, una vez más, demuestra su determinación para desmantelar las estructuras del terror en la región, mientras los grupos islamistas se aferran a la propaganda y al victimismo, esperando que sus apoyos en Occidente logren
