Ambos expertos defendieron esos sistemas porque, según el estudio, un 18 por ciento de los menores ya se ha sentido acosado sexualmente a través del móvil; un 9 por ciento ha recibido o se ha descargado imágenes pornográficas en su terminal; un 7 por ciento chatea no sólo con amigos, sino también con desconocidos; y un 19 reconoce haber enviado mensajes amenazantes o insultantes. "No son datos alarmantes, pero demuestran que es un buen momento para tomar medidas y prevenir", destacó Cánovas tras explicar que, por ejemplo en el Reino Unido, hay sistemas que permiten a los padres impedir la descarga de determinadas fotografías en los móviles de sus hijos, fijar los horarios en los que el terminal está encendido o saber cuantos mensajes de texto (SMS) envía.
Nuñez Morgades apeló también al consumo responsable al constatar el estudio que el 78 por ciento de los menores con móvil ya ha tenido más de un terminal. De hecho, el 24 por ciento tiene ya su tercer teléfono y el 24 por ciento el cuarto.
Según la encuesta, más que un medio de comunicación el móvil es para los menores un medio de ocio: sólo un 24 por ciento de los menores realiza llamadas a diario, frente al 50 por ciento que envía SMS casi cada día; y uno de cada cuatro envía durante el fin de semana entre diez y veinte mensajes.
Un 77 por ciento de los menores se ha "bajado" tonos o melodías, mientras que un 68 por ciento se ha descargado logos y fondos; un 30 por ciento ya ha adquirido juegos y un 68 ha recibido fotografías. Tras apuntar que un 72 por ciento de los menores afirma haber recibido SMS invitándole a participar en sorteos o juegos de azar y que el 68 por ciento ha recibido mensajes no solicitados, Cánovas denunció el intercambio de bases de datos de números de móvil sin autorización.
No hay datos en el estudio sobre cuántos menores tienen móvil, aunque, según el INE, casi el 46 por ciento de los niños entre 11 y 14 años disponen de uno, cerca de un millón de personas. Nuñez Morgades explicó que trasladarán el estudio al Ministerio de Industria con el fin de insistir en la creación de una comisión de seguridad en la secretaría de Estado de Telecomunicaciones.