Los ingresos de la empresa durante el segundo trimestre de 2004 se incrementaron un 18 por ciento, hasta los 8.050 millones de dólares. Esta cantidad se encuentra levemente por debajo de los 8.100 millones de dólares esperados por los analistas, quienes también mostraron su decepción por el margen bruto de beneficios, porcentaje de las ventas que se traduce en beneficios operacionales, que aumentaron un 59,4 por ciento en el trimestre, menos que entre el 60 o 61 por ciento que esperaban los analistas.
Otro tema que preocupó a los expertos fue las existencias de productos en los almacenes de Intel, que alcanzaron los 3.200 millones de dólares, un 15 por ciento más que a fines del primer trimestre. Los analistas temen que, en caso de producirse un descenso en la demanda de ordenadores, Intel se vea obligado a bajar sus precios para evitar un incremento excesivo de las existencias de microprocesadores.
Pese a todo esto, la empresa entregó muy buenas proyecciones para el tercer trimestre, en el que espera registrar ventas entre los 8.600 y 9.200 millones de dólares, más de lo esperado por los expertos. En las bolsas electrónicas que operan una vez cerrados el NYSE y el Nasdaq, los títulos de la compañía cambiaban de manos a 24,93 dólares.