Los fans de Wikileaks responden con sabotajes al boicot contra la web
Cada vez más empresas se han sumado al boicot de Wikileaks, la web de Julian Assange, negándoles servicios financieros, de alojamiento, gestión del dominio, etc. El grupo Anonymous, responsable de tumbar la web de la SGAE, se ha lanzado ahora a atacarles.
Amazon fue la primera, el jueves pasado, día 2 de diciembre. Para evitar ataques contra Wikileaks efectuados por saboteadores autocalificados como "patriotas norteamericanos", la web de Assange decidió emplear la plataforma web del gigante del comercio electrónico, que permite a cualquiera dispuesto a pagarlo externalizar el alojamiento de una web, pagando a Amazon los gastos correspondientes.
También hizo lo mismo EveryDNS, la empresa encargada de gestionar su dominio en internet Wikileaks.org, que actualmente no está disponible. No obstante, puede accederse a la web desde su dominio suizo, Wikileaks.ch. Según Everydns, los ataques que recibía la web de Assange estaba poniendo en peligro la estabilidad de sus servidores.
El siguiente en abandonarlo fue Paypal, que el viernes 3 canceló la cuenta de Wikileaks por violar su política de uso, que indica que su servicio "no puede ser empleado en cualquier actividad que anime, promueva, facilite o instruya a otros en actividades ilegales", impidiéndoles recibir donaciones a través de la popular plataforma. A este boicot financiero se han unido Visa, Mastercard y Swiss Postfinance, brazo bancario de Swiss Post, la empresa pública suiza de correos.
El grupo Anonymous decidió entonces tomar cartas en el asunto y atacar los sitios web de todas las empresas financieras que han participado en el boicot dentro de lo que llaman Operación Payback, paraguas que cubrió también los ataques de las web de la SGAE, Promusicae y el Ministerio de Cultura. Los crackers se justifican asegurando que así preservan la libertad de expresión.
Un ataque DoS "normal" consiste en lanzar numerosas peticiones a un servidor que aloja una página web, de forma que no puede soportar la carga de peticiones y quede suspendido el servicio. De esta forma, cualquiera que intentase acceder a la web de SGAE no podría acceder a la página. La diferencia con un ataque DDoS como el de Anonymous consiste en que éste último es realizado por múltiples actores al mismo tiempo.
Sarah Palin, sin derecho a expresar su opinión
El último objetivo de esta jauría cibernética ha sido Sarah Palin. La política estadounidense escribió en Facebook que Assange no era más periodista "que el editor de la revista en inglés de Al Qaeda Inspire", sino simplemente un "operativo antiamericano con sangre en sus manos". Palin se preguntaba por qué, dado que había publicado la identidad de 100 fuentes afganas a los talibán, no se le perseguía con el mismo interés que a éstos.
Pese a que la excusa detrás de los ataques de Anonymous es la defensa de la libertad de expresión, se ve que sólo respetan la libertad de quienes opinan como ellos, de ahí que hayan atacado tanto la página web de la ex gobernadora de Alaska y sus tarjetas de crédito, según informa la ABC. La web de Palin estaba en la lista de objetivos sugeridos del grupo.
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