
Estados Unidos está sufriendo un grave problema en su mercado inmobiliario con cifras que hacen saltar las alarmas. Por un lado, los precios de las viviendas se han disparado de tal manera que han alcanzado máximos históricos, superando los que se pagaban antes de la quiebra de Lehman Brothers. Por otro lado, se está dando una fuerte escasez en la oferta causada por los problemas en las cadenas de suministro que han paralizado las viviendas de obra nueva, pese a que ya en 2019 se superaron los datos previos a la crisis en cuanto a los permisos concedidos para la construcción. Por otro lado, el coste de las hipotecas también se ha disparado haciendo que los intereses supongan el 5%, una cifra que no se veía desde el año 2011.
Con este escenario, de fuerte demanda, escasa oferta, encarecimiento de las hipotecas y construcción en máximos, las preocupaciones sobre el inmobiliario en EEUU, causante de la anterior crisis, han aumentado. De hecho, la pregunta sobre una nueva burbuja sobrevuela los debates económicos.
En cuanto a los datos, las viviendas disponibles cayeron un 7,2% el pasado mes de febrero de 2022 con respecto a enero, algo que provocó una disminución en las ventas del 2,4%. Esto ha hecho que el número de viviendas ofertadas se encuentre en mínimos históricos haciendo que los compradores esperen a nuevas subidas de precios para vender más caro unos meses después. Así, el precio medio ha aumentado un 15% con respecto a 2021 y se ha ido a máximos históricos.
El problema de la falta de oferta, generalmente, se encuentra en la falta de licitaciones como ocurre en España. Sin embargo, ya en el año 2019 se superaron en número las concesiones hechas antes de la quiebra del banco Lehman Brothers. Sin embargo, muchas de estas obras quedaron paralizadas con la llegada de la pandemia y los problemas en las cadenas de suministro. Por tanto, podría ser que una vez que se logre la estabilidad y el ritmo de construcción habitual, se logre una cierta estabilidad.
Por otro lado, las hipotecas son otro factor a tener en cuenta. Y es que, la subida de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed), la primera que realizan desde el 2018, está causando un encarecimiento de las hipotecas. El pago de intereses ya representa el 5%, algo que no se veía desde 2011, y el pago de una hipoteca ha aumento un 28% con respecto a 2021. Algo que está causando, por otra parte, que un 25% de las casas compradas se haga ya directamente sin hipoteca
