
SAP -Systemanalyse Programmentwicklung- se ha convertido en la empresa tecnológica más valiosa de Europa, después de superar a ASML por segunda vez en las dos últimas semanas.
Fundada en 1972 en Walldorf, Alemania, la compañía ha pasado de un pequeño negocio de cinco chavales exempleados de IBM a una multinacional con más de 105.000 empleados en todo el mundo -con fuerte presencia en Estados Unidos- que ofrece productos y servicios de software empresarial.
Actualmente, la empresa está dirigida por Christian Klein, quien ha liderado su transformación hacia una estrategia basada en la nube y la Inteligencia Artificial, donde actualmente centra sus recursos. Bajo su mandato, SAP ha registrado un aumento significativo en los ingresos provenientes de este sector, con un crecimiento del 25% en el tercer trimestre de 2024, convirtiendo a la firma en la mayor tecnológica europea.
Este nuevo enfoque en la IA ha provocado una reestructuración interna que incluye la eliminación de unos 10.000 puestos de trabajo de manera progresiva. Además, este año también ha sido significativa la rotación en la cúpula ejecutiva: la directora de marketing Julia White y el director de ingresos Scott Russell dejaron la empresa en agosto. Más tarde lo hizo también el director de tecnología Jürgen Müller.
La clave de su éxito: adaptarse
Esta reorganización, además, tiene como objetivo fortalecer su área de Business AI, que está generando resultados positivos, comprobables en sus resultados trimestrales. Esta área se encarga de facilitar la transición del software empresarial desde servidores locales hacia la nube. La alemana ha demostrado habilidad para persuadir a sus clientes de realizar este cambio, en gran medida impulsado por el crecimiento de la IA.
Según Bloomberg, "SAP está lidiando mejor que sus competidores con la crisis de la reducción de los gastos, ya que está siendo capaz de convencer a sus clientes de que lleven el software que usan en el día a día a la nube, algo que creemos que continuará en el próximo trimestre". Por su parte, Jan Frederik Slijkerman, analista de ING, ha agregado una opinión positiva sobre esta expansión, admitiendo que "las perspectivas a largo plazo son prometedoras".
Además, la reciente disminución de las ventas de ASML también ha contribuido a su ascenso. La neerlandesa, que se especializa en la producción de maquinaria para la fabricación de procesadores, ha experimentado una caída en la demanda de semiconductores menos avanzados, lo que ha afectado a sus ventas. A pesar de beneficiarse del auge de la inteligencia artificial -como SAP- la empresa se enfrenta a retos del mercado, especialmente por las sanciones de EE. UU. que limitan su capacidad de vender tecnología puntera en China, un mercado que para la empresa es clave.
Pese a esto, la situación podría volver a darse la vuelta, pues la estrategia de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) de construir nuevas fábricas fuera de Taiwán para mitigar los riesgos en la cadena de suministro, generaría más pedidos en regiones neutrales, lo que podría aumentar la demanda de maquinaria de ASML.
Hitos en su trayectoria
En los años 90, el software SAP R/3 marcó un antes y un después al permitir a las empresas gestionar sus operaciones a nivel global de manera eficiente. Pese a su éxito por dominar el mercado con esta plataforma, en 2004 empezó a enfrentar mayor competencia de gigantes tecnológicos como Microsoft e IBM, que también habían desarrollado sus propias plataformas -.NET y WebSPhere, respectivamente-.
Aunque en 2004 la alemana mantuvo conversaciones con Microsoft sobre una posible fusión, no llegaron a un acuerdo hsta dos años después. En 2006, ambas compañías anunciaron una importante alianza para integrar las aplicaciones ERP de SAP con las herramientas de Microsoft Office, un proyecto que fue conocido como "Duet".
Más tarde -en 1999-, la tecnológica supo responder a la irrupción del internet, con lanzamientos adaptados a esta nueva red. Diez años después, diversificó su negocio en "tres mercados del futuro": tecnología móvil, tecnología de bases de datos y la nube.
Durante su recorrido, la multinacional alemana ha seguido formando alianzas estratégicas con gigantes como Apple -2016- y Google -2017-.
En 2019, Bill McDermott, quien fue CEO durante una década, decidió dejar su cargo. Como parte del plan de sucesión, SAP nombró a Jennifer Morgan y Christian Klein -el actual director ejecutivo- como co-CEOs. Estos nombramientos marcaron un hito en la historia de la empresa, pues Morgan se convirtió en la primera mujer en liderar una empresa cotizada en el índice bursátil alemán (DAX), mientras que Klein fue el CEO más joven de una empresa del DAX.
Bajo el mandato de Klein, que un año más tarde de su nombramiento se convirtió en CEO único, la compañía ha lanzado una estrategia basada en cuatro pilares: la nube industrial, SAP Business Network, la inteligencia de procesos empresariales y la sostenibilidad.
