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Madrid

La delegada del Gobierno acude a Sol para realizar un incendiario discurso contra Ayuso y en defensa de Sánchez

Mercedes González, invitada por la presidenta madrileña a los actos conmemorativos de la Constitución, arremete contra ella y sus políticas.

Mercedes González, invitada por la presidenta madrileña a los actos conmemorativos de la Constitución, arremete contra ella y sus políticas.
Ayuso y la Delegada del Gobierno, Mercedes González en la celebración del día de la Constitución | EFE

La delegada del Gobierno, Mercedes González, acudió a la Real Casa de Correos, sede del Ejecutivo regional, donde este viernes Isabel Díaz Ayuso organizó y presidió los actos con motivo del día de la Constitución, que se celebra el próximo martes día seis.

Fue la primera en subir al estrado desde el que leyó un durísimo discurso contra la presidenta madrileña. Lo hizo como respuesta a la implacable declaración institucional realizada por Díaz Ayuso el miércoles donde afirmó, tras los últimos acontecimientos ocurridos en las últimas semanas, que "vamos camino de una dictadura, sometidos por un tirano – en alusión al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez- que pone en peligro nuestro Estado de derecho".

La jefa del Ejecutivo regional fue reprendida por el grupo parlamentario de los socialistas madrileños este jueves, pero lejos de retractarse se reafirmó en lo dicho un día antes y se explayó en explicar el por qué de tales afirmaciones.

Así, Mercedes González aprovechó la invitación al solemne acto para dar respuesta a la presidenta madrileña y arremeter también contra sus principales políticas, las fiscales pero también las sanitarias, intentando hacer mella así en el principal escollo al que se enfrenta el Gobierno madrileño y que podría suponer un desgaste de cara a las elecciones de mayo.

"La única dictadura ha sido la franquista"

"En España la única dictadura que ha habido ha sido la franquista y su único tirano, el general Franco cuyo cadáver permanecía hasta hace bien poco, hasta que el Gobierno puso fin a su culto, en un monumento nacional", espetó la delegada del Gobierno. "Del mismo modo que la Ley de Memoria Democrática recientemente aprobada puso fin a su exaltación", reivindicó.

Hacía referencia de esta manera González tanto a las acusaciones pronunciadas por Ayuso el miércoles como a su mención, el jueves en el Parlamento autonómico, al discurso del propio Sánchez en el que dijo que por "una de las cosas" por las que pasará "a la historia" es por haber exhumado el cadáver del dictador. "No sé si pasará a la historia por exhumador profesional, pero sí por recordarnos a alguien que fue exhumado y, por cierto, que a nadie le importó", había dicho la presidenta un día antes.

Críticas por la no renovación del CGPJ o el TC

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Hubo más. González prosiguió en su crítica, que hizo extensiva a todo el PP de Alberto Núñez Feijóo. "Lamentablemente, en nuestro país no hay consensos en las obligaciones constitucionales más evidentes, por ejemplo en la renovación de los órganos del poder judicial o incluso en el mismísimo Tribunal Constitucional para lo que se necesita una amplia mayoría", señaló.

"Las trabas que se han puesto no son precisamente ejemplares ya que dejan la preocupante sensación de que muchas veces de la Constitución sólo se coge la parte que interesa cuando más interesa y si no sólo se usa para arrojarla con radicalismo contra el adversario", añadió.

"Cuando la lógica del bloqueo se impone, la democracia se resiente y es una exigencia de la propia democracia recordarlos todos los días", dijo no sin antes apuntar que "el consenso y el diálogo hacen que la política sea un servicio útil para el bienestar de la ciudadanía y no una actividad para lograr éxitos personales o imponer visiones excluyentes".

González pasó después a criticar "que, semana a semana, en el Congreso se suben a la tribuna parlamentarios y parlamentarias para arrojar palabras gruesas, realizar ataques personales, degradar la política, minar la convivencia, exaltando el odio como forma de diferenciación política". No dijo a quien se refería, pero es difícil de imaginar que se refiriera también a los miembros del Gobierno del que ella es delegada, como Irene Montero quien esta misma semana acusó a los populares de alimentar la "cultura de la violación".

Contra las políticas fiscales y sanitarias de Madrid

A partir de ese momento, la delegada pasó a arremeter contras las políticas fiscales de la Comunidad de Madrid [el consejero del ramo, Javier Fernández Lasquetty, anunció ayer mismo que no restablecerá el impuesto de Patrimonio en la región] y contra sus políticas sanitarias.

"Para que haya un Estado moderno" es imprescindible que "haya una política fiscal que responda a sus necesidades, una política fiscal que genere un sistema público que requiere, por tanto, una financiación adecuada, y ésta sólo es posible mediante una política fiscal que asegure la existencia de servicios públicos de calidad y evite las desigualdades que dañan la cohesión social y territorial", sentenció.

En este sentido, "cabe recordar que entre los derechos constitucionales más importantes se encuentra el de la salud. Un sistema sanitario adecuado es un deber constitucional y ético de los gobernantes. Y una de las lecciones más claras que nos ha dejado la pandemia es que nuestro sistema necesita refuerzos, atención, inversión y medios. Por ello, los responsables públicos les compete dotar de medios y de capacidad para atender a las demandas y a las necesidades de los ciudadanos y ciudadanas".

"No hay menos Estado ni se rompe España"

Mercedes González defendió también que "nuestro Estado descentralizado no es un Estado débil. Es más moderno, más eficaz, eficiente y más adecuado para salvar las desigualdades. Por tanto, no hay menos Estado ni se rompe España por que se cumplan los estatutos de las diferentes comunidades autónomas o se avance en la profundización autonómica".

Según expuso, "hacer que las comunidades autónomas sean más sólidas y tengan más competencias fortalece la estructura territorial y, por tanto, fortalece al Estado". Eso es, para González, "cumplir con la Constitución y eso no es romper España".

Ayuso y su defensa de la Corona

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Después le tocó el turno a la presidenta. "Vamos a defender nuestra Constitución frente a cualquier ataque, venga de donde venga. Y no vamos a consentir que separatistas y populistas sigan vulnerándola, ni que asalten las instituciones que deben protegerla", avisó.

"En las dos ocasiones en las que he asumido mi cargo como presidenta de esta Comunidad autónoma, he prometido guardar y hacer guardar la Constitución. Como también prometí lealtad al Rey", dijo por lo que pasó a continuación a censurar "toda actitud desleal con la Corona, que ha sido la principal defensora y garantía de nuestra democracia". Felipe VI "es el jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones. Es el más alto representante del Estado español en las relaciones internacionales y tiene que ejercer las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes. Su figura une a iguala a todos los españoles".

"Debemos dejar de premiar la deslealtad"

La jefa del Ejecutivo regional quiso reivindicar la "España fiel" con una voluntad "firme y profunda" de "convivir en democracia y libertad". "Debemos dejar de premiar la deslealtad", subrayó, para pedir reafirmarnos "en lo que nos hemos dado, y no dejar que nos arrastren los que nos llevan a experimentos fracasados e inauténticos".

"La España real es la España fiel, la que exige sus derechos y cumple con las obligaciones correspondientes, la libre y responsable; la, por desgracia, demasiadas veces olvidada", lamentó Ayuso, quien apuntó el papel, en este sentido, de la Carta Magna, "garantía de nuestra convivencia en paz, democracia y libertad".

Por eso, continuó Díaz Ayuso, "desde la Comunidad de Madrid queremos seguir amparándonos en ella y que continúe protegiendo nuestro modo de vida. Queremos seguir al lado de la Constitución, de la monarquía parlamentaria, de la pluralidad política, de la unidad de España y de la libertad, que es lo que desea la inmensa mayoría de los españoles", remarcó, al mismo tiempo que recordó que este texto "ha permitido a España salir adelante en medio de las mayores tormentas y de cambios sociales que, al elaborarla, durante la Transición, parecían impensables".

El federalismo

Durante este acto conmemorativo, en la Real Casa de Correos, la presidenta madrileña también advirtió de que la "deslealtad hacia el sistema ha llevado a algunos a buscar la solución en el federalismo" pero éste "supondría que distintas naciones soberanas se unieran, compartiendo sus poderes en un órgano central, intentando funcionar como la unidad que no son".

"Pero no olvidemos: el poder nacional es el único soberano. En su nombre, lealmente, gobernamos sus representantes. No puede haber un Estado débil que no se atreva a resolver los problemas nacionales", mantuvo, para añadir, a continuación, que "no somos un Estado plurinacional, sino una nación de siglos que ha llegado felizmente a esta forma que disfrutamos: una monarquía parlamentaria, con organización autonómica, en un Estado social y democrático de Derecho".

Las sentencias y los jueces

Por último, la presidenta autonómica aseguró que "es el momento de apoyar y reforzar las instituciones que defienden la Constitución y que velan por el Estado de derecho y el cumplimiento de las leyes" como son el Tribunal Constitucional, el Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial. Para eso, es "indispensable recuperar la confianza en las instituciones y mantener su independencia, consiguiendo que accedan a ellas los hombres y mujeres más capaces".

"Tenemos que poner todo nuestro empeño en reforzar el prestigio de la Justicia: no se puede cuestionar las sentencias cuando no nos son favorables, ni descalificar a los jueces que las dictan".

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