El Café Central se queda sin local y pide ayuda a "público y empresarios" para reabrir

Madrid perderá en octubre uno de sus espacios culturales más emblemáticos: el Café Central. Referente del jazz desde 1982, ha anunciado su cierre tras no lograr renovar el contrato de alquiler de su local en la Plaza del Ángel. Su último concierto tendrá lugar el 12 de octubre y pondrá el broche de oro a más de cuatro décadas de música en directo.

En un comunicado, la dirección del club ha lamentado que, tras siete años de "múltiples intentos" de negociación, no haya sido posible alcanzar un acuerdo con los propietarios del inmueble ni conocer las condiciones para poder continuar en el espacio. Su cierre supone además la pérdida de 35 puestos de trabajo. "La decisión se produce tras la negativa de la propiedad del inmueble a renovar el contrato de alquiler", han confirmado en sus redes sociales.

Por las puertas del que ha sido escenario para artistas musicales; plató de cine y series; galería de arte; espacio para presentaciones literarias; y, por supuesto, restaurante, han cruzado figuras como Tete Montoliu, Ron Carter, Sheila Jordan o Silvia Pérez Cruz. En total, suma más de 14.000 conciertos con un público que supera el millón de personas.

Al ser preguntada por el cierre, Inma Sanz —vicealcaldesa y alcaldesa en funciones— ha expresado su confianza de que ambas partes logren un entendimiento, aunque ha recordado que se trata de un asunto "entre privados" y, por tanto, ajeno a la intervención directa del Ayuntamiento.

Una visión que no comparten ni la portavoz socialista Reyes Maroto, quien ha denunciado que la ciudad "borra su alma a golpe de negocio inmobiliario", ni Eduardo Rubiño, de Más Madrid, que ha calificado el cierre como "una tragedia". Según la oposición, la cultura está siendo desplazada "sin freno" por la especulación inmobiliaria.

Más Madrid ha propuesto además que sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por el Gobierno de la Comunidad de Madrid para proteger su valor patrimonial y garantizar que siga siendo un espacio de actividad cultural. A juicio de la formación, es "lo mínimo que debería hacer un Ayuntamiento con diligencia y verdadero interés por preservar el tejido cultural de su ciudad".

Pese al cierre de su sede actual, el equipo del Café Central no da por terminado el proyecto: ya se encuentran "empeñados" en encontrar un nuevo local y han habilitado un correo para recibir propuestas de colaboración de "público y empresarios". En paralelo, preparan una programación especial con conciertos de despedida. "Madrid no puede quedarse sin su Central, del que estamos profundamente orgullosos", escriben.