La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón ha elevado la gravedad del accidente nuclear de Fukushima de 5 al máximo de 7 –en la escala internacional del 0 al 7 de accidentes nucleares INES, por sus siglas en inglés-, equiparándolo con lo ocurrido en Chernóbil en 1986.
La Agencia ha admitido el cambio de nivel porque la emisión de yodo radiactivo ha sido de decenas de miles de terabecquerelios, un nivel que ha considerado como un 10% de la emisión de Chernóbil. El portavoz de la Agencia de Seguridad Nuclear, Hidehiko Nishiyama, ha explicado que, a diferencia del accidente ucraniano, en Fukushima el nivel de radiación permite que los operarios trabajen en las instalaciones para estabilizar las cuatro unidades más dañadas.
Nishiyama ha insistido en que los dos accidentes –los únicos que han recibido la calificación 7 de INES- son diferentes. Mientras que en Chernóbil explotó el núcleo del reactor, en Fukushima las detonaciones de hidrógeno afectaron al edificio externo de las unidades.
La Agencia de Seguridad nipona cree que la mayor parte del material radiactivo liberado en la atmósfera proviene del reactor 2, que el 15 de marzo sufrió una explosión de hidrógeno que dañó la vasija de contención que protege el núcleo. Eso desató una fuga masiva de materiales radiactivos en el reactor, que se cree ha experimentado una fusión parcial de las barras de combustible, informa EFE.
Por otro lado, la empresa gestora de la central, Tepco, afirmaba que la cantidad de radiación liberada podría exceder la emitida tras el accidente de Chernóbil.
Dos réplicas más
Un incendio ya extinguido hizo saltar todas las alarmas en la central. Tuvo lugar en el reactor 4, según ha informado la agencia Kyodo. El fuego fue detectado por un empleado a las 6:38 de la mañana (21:38 GMT del lunes). Tepco aún investiga las causas del fuego, que pudo iniciarse en una zona de baterías y generadores.
La pasada madrugada, Japón sufría dos nuevas réplicas: una de magnitud 6,6 que sacudía Chiba, y otra de 6,3 que obligó a evacuar temporalmente la central de Fukushima-1. En Tokio, el terremoto volvió a sacudir los edificios.