Durante estos días, la prensa internacional se ha lanzado a las calles de Abbottabad, la localidad pakistaní donde residía el terrorista Osama Ben Laden y donde fue abatido, en su mansión. El primero en dar testimonio -ciertamente curioso- de las vicisitudes de compartir barrio con el enemigo número uno de Occidente, fue un consultor informático. Sin pretenderlo, fue el primero en informar en Twitter de lo que estaba ocurriendo durante la operación Gerónimo, por un motivo: el ruido de los helicópteros no le dejaba dormir.
Tras él, algunos de sus vecinos de esta tranquila zona de las afueras de la localidad, a casi cien kilómetros de Islamabad, han explicado algunos pormenores de su convivencia con Ben Laden. Pero, lo realmente curioso es cuánto difieren las versiones, que hay para todos los gustos: algunos apuntan a un tipo desconocido en el entorno, otros consideran que era un jubilado más, y no faltan los que le tachan de vecino ejemplar.
La versión de un Ben Laden más huidizo la recogía el enviado especial de El Mundo. Según le contaron algunos pakistaníes, la familia del terrorista sólo salía para comprar víveres, y que no se relacionaba con nadie. Otros aseguran que sí tuvieron algún tipo de contacto, aunque mantienen la versión de hermetismo de la familia, dentro de la cordialidad. Nahid, un ama de casa que vive con su marido y tres hijos, sostiene que no sospechó nada. Esta vecina de Abottabad dice que se pensaba que Ben Laden era "un hombre de negocios de Peshawar que quería retirarse en la tranquilidad" del lugar. Nahid dice del terrorista que pensaban que "era un jubilado más".
Sin embargo, en El País las fuentes consultadas inciden en la máxima discreción del terrorista, que apenas salía de su vivienda. Gul Alá, un afgano que vive en el barrio, dice que coincidía con un señor que "tenía una barba como la de Ben Laden", pero añade que al líder de Al Qaeda "no le hemos visto nunca".
ABC recoge los testimonios de varios vecinos. Uno de ellos asegura que los Ben Laden no se atrevían a sacar la basura, y que la quemaban dentro del recinto para no levantar sospechas. Respecto al extremo secretismo, otro vecino dice: "Si a un niño se le escapaba la pelota en el interior de la residencia, una persona salía y amablemente le daba dinero a cambio del balón y de la promesa de que nunca trataría de colarse en el interior del complejo amurallado".
El diario de Vocento cuenta, además, con el testimonio de Mohamed Asif, el panadero de la zona. Asif relata que solo un tal "Tariq" y otro tal "Arshad" salían del complejo. "Ahora creo que Tariq se parecía a Osama Ben Laden. Tenía 35 años, era misterioso. Aunque creíamos que era un pastún paquistaní, ciertamente tenía un corte de barba como los árabes". El panadero cree que "Tariq" era Omar, el hijo de Ben Laden que, presuntamente, ha muerto también en la operación de los Navy Seals.
La BBC recoge el testimonio de Ahmed, un niño de 12 años que entraba a la vivienda de Ben Laden para jugar con sus hijos. "Tenía tres hijos con los que jugaba y me regalaron unos conejos", cuenta. El chico asegura que el terrorista vivía con dos esposas. "Una de ellas hablaba árabe y la otra urdu", añade. Ahmed dice también que la vivienda estaba repleta de cámaras de seguridad.
Otros medios coinciden en citar a Shinaz Bibi, un campesino que vivía a 150 metros de Ben Laden. Bibi dice que "nunca salían" del complejo y que, "cuando los hombres de la casa lo hacían, usaban carros viejos".