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El arma de la Policía noruega: un spray de defensa

Los sucesos acaecidos el vienes suponen la primera ola de pánico provocada por un atentado terrorista de su historia.

Los sucesos acaecidos el vienes suponen la primera ola de pánico provocada por un atentado terrorista de su historia.

Noruega, uno de los países más ricos del mundo y hogar del Nobel de la Paz, es considerado un ejemplo de éxito del estado de bienestar social en el mundo civilizado.

la matanza registrada ayer en la isla de Utoya y la explosión en el corazón mismo de Oslo ha excedido todo tipo de previsiones de las autoridades noruegas, desbordadas por los acontecimientos. No sólo por el elevado número de muertos sino también por la violencia desplegada por su autor, presuntamente un ciudadano noruego de 32 años. El Rey Harald II ha calificado de "tragedia inconmensurable" los hechos.

Ante las dimensiones de la masacre, que la Policía describe como "catastrófica", se especula sobre por qué y también cómo el presunto culpable ha podido perpetrar un doble atentado con tiroteo de las dimensiones del ocurrido en la isla de Utoya, con decenas de fallecidos.

Numerosas informaciones apuntan a que la policía que estaba en la isla en el momento del atentado no llevaban armas de fuego, por lo que no pudieron reducir al asesino.

La Kongeriket Noreg Politie, o Policía Nacional Noruega, es un cuerpo policial civil organizado en torno a casi una treintena de distritos, ayudado por una serie de agencias especiales de apoyo. Según foros policiales, es frecuente que la Policía noruega vaya desarmada y apenas porte un spray de defensa: el bajísimo porcentaje de delitos y violencia en las calles del país nórdico no lo requieren. La delincuencia existe y va en aumento, pero en cotas en las que apenas se hace necesario el uso de la fuerza. Si el nivel de conflictividad requiere llevar un arma de fuego, ésta va precintada con plomo en una bolsa. Si al terminar la jornada el plomo está roto, el policía debe hacer un informe al respecto.

Si vamos a las estadísticas, según Stadistics Norway, en el año 2009 el porcentaje de muertes violentas era de apenas un 6,3 %. De ellas, un 4,8% son accidentes y un 1,4 de suicidios: apenas un 0,1 % son homicidios, según el Instituto Nacional de Estadística. El número de procesados por delitos de cualquier tipo era, en 2007, de menos de ochenta personas por cada 10.000 habitantes. Noruega es, también, uno de los países con menor índice de delitos económicos. A pesar de ello, esta clase de delincuencia es mucho más alta que las iniciativas violentas.

Otro cuerpo policial es el de la unidad CT o Delta, la Beredskapstroppen, una unidad de seguridad ciudadana con un entrenamiento superior que viste ligeramente distinto del resto, pero que se dedica también a labores de seguridad ciudadana.

La Politiets sikkerhetstjeneste es la Agencia Policial encargada Seguridad noruega. El por qué, a pesar de este contexto de evidente paz urbana, ningún dispositivo de seguridad del país hizo saltar las alarmas ante la posibilidad de un posible estallido de violencia antisistema, es una pregunta que tendrán que responder.

Las sospechas habían recaído antes en el grupo terrorista islamista Ansar al-Yihad al-Alami. Ese grupo emitió inicialmente un comunicado en el que reivindicaba ese ataque terrorista perpetrado en la capital noruega, según había informado el diario The New York Times citando a un experto en terrorismo. El mismo grupo se retractó más tarde.

Camacho ofrece su ayuda

El ministro del Interior, Antonio Camacho, ha enviado un telegrama a su homólogo noruego en el que transmite las condolencias y la solidaridad del Ministerio del Interior español y ofrece "ayuda técnica" y la experiencia de la policía española para esclarecer el atentado de hoy en Oslo.

"Desgraciadamente los ciudadanos españoles hemos sufrido demasiadas veces los embates del terrorismo", ha lamentado Camacho, que ha puesto a disposición de las autoridades noruegas la cooperación técnica y policial que "sea necesaria".

En el telegrama, el titular de Interior también ha expresado el apoyo de la sociedad española al pueblo noruego y especialmente a las víctimas del atentado y a sus familias.

 

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