L D (EFE) Hizo así una referencia al último reducto de resistencia judía frente al imperio romano hace dos mil años.
Bush recordó como, en la actualidad, los soldados israelíes juran bandera prometiendo que Masada no volverá a caer.
El dignatario norteamericano también recibió una larga ovación cuando pronunció en hebreo las palabras "Feliz Día de la Independencia", y al recordar a Ariel Sharon, aseguró que "las oraciones del pueblo norteamericano" están con ese ex primer ministro israelí, en coma desde hace dos años.
En un discurso lleno de referencias históricas y religiosas, y en el que apeló en varias ocasiones a los designios divinos, Bush reiteró su amistad profunda y compromiso con Israel, país al que calificó de "ejemplo de democracia para todo Oriente Medio".
En una dimensión política más actual se refirió a la amenaza de un Irán nuclear, al asegurar que "el mundo no puede permitir que Irán tenga armas nucleares, por el bien de la paz mundial".
También criticó duramente a las organizaciones libanesa Hezbolá, palestina Hamás y a Al Qaeda, y describió la situación como "una vieja batalla entre el bien y el mal", en la que todos esos movimientos "serán derrotados".
Bush recordó como, en la actualidad, los soldados israelíes juran bandera prometiendo que Masada no volverá a caer.
El dignatario norteamericano también recibió una larga ovación cuando pronunció en hebreo las palabras "Feliz Día de la Independencia", y al recordar a Ariel Sharon, aseguró que "las oraciones del pueblo norteamericano" están con ese ex primer ministro israelí, en coma desde hace dos años.
En un discurso lleno de referencias históricas y religiosas, y en el que apeló en varias ocasiones a los designios divinos, Bush reiteró su amistad profunda y compromiso con Israel, país al que calificó de "ejemplo de democracia para todo Oriente Medio".
En una dimensión política más actual se refirió a la amenaza de un Irán nuclear, al asegurar que "el mundo no puede permitir que Irán tenga armas nucleares, por el bien de la paz mundial".
También criticó duramente a las organizaciones libanesa Hezbolá, palestina Hamás y a Al Qaeda, y describió la situación como "una vieja batalla entre el bien y el mal", en la que todos esos movimientos "serán derrotados".
