Charles Taylor accede a abandonar la presidencia de Liberia el próximo 11 de agosto

L D (Agencias) La CEDEAO (Comunidad Económica de Estados de África del Oeste) acordó en su cumbre celebrada el pasado jueves, en Accra, capital de Ghana, comenzar el lunes próximo el despliegue de una fuerza de paz, pero impuso a Taylor un plazo de tres días para abandonar el poder y el país. La intervención recibió la bendición del Consejo de Seguridad de la ONU, que dio a la CEDEAO un mandato para emplear la fuerza con el fin de imponer la paz en Liberia durante los dos próximos meses.

Según la resolución del Consejo de Seguridad aprobada en la noche del viernes, a partir del primero de octubre, una fuerza de pacificación de la ONU relevará a la CEDEAO. Cabe la posibilidad de que soldados estadounidenses participen en la fuerza de la ONU, ya que la resolución estipula la inmunidad de los militares que la integren ante la nueva Corte Internacional Penal para crímenes de guerra (condición solicitada por EEUU).

El presidente estadounidense, George W. Bush, ya indicó la semana pasada, en una rueda de prensa, que Estados Unidos podría aportar "cascos azules" para Liberia, país fundado hace unos 180 años por antiguos esclavos estadounidenses. En la misma rueda de prensa, Bush prometió asistir en el despliegue de las fuerzas de la CEDEAO, pero sólo una vez que se haya establecido un alto y fuego y marchado el presidente Taylor.

Está previsto que este fin de semana lleguen a aguas liberianas tres buques de guerra estadounidenses dotados con equipos anfibios para desembarcos, con unos 2.500 marineros y más de 2.000 infantes de la Marina abordo.