El desconocido que ha vencido a Gordon Brown y a David Cameron
Un nuevo factor ha entrado en juego en la batalla electoral entre los pesos pesados torie y laborista. Se llama Nick Clegg, del Partido Liberal Demócrata, y este jueves se ha proclamado vencedor del primer debate electoral de la historia de Reino Unido.
Si por algo se están caracterizando las elecciones británicas es por abultada acumulación de hitos históricos: los primeros debates televisados, la única ocasión en que los candidatos serán "novatos" en unas generales; y una precampaña teñida de una incertidumbre por unos sondeos que dibujan tantos escenarios posibles.
En esa lista de hitos se ha colado sordamente Nick Clegg, el líder del Partido Liberal Demócrata. Sondeo tras sondeo, se asentó la certeza de que ni tories ni laboristas conseguirían votos suficientes para alzarse con la mayoría absoluta en el Wenstminster Hall. El inquilino del 10 de Downing Street quedaría en manos de un desconocido europeísta, casado con una vallisoletana.
Decir que Clegg había pasado inadvertido hasta hace escasas semanas, es minimizar el vacío que los medios de comunicación británicos le han dedicado. Y es que, el Partido Liberal Demócrata apenas contaba con el 9,2 de los escaños en la cámara de los Comunes,
arañados a los laboristas de Blair en 2005, por lo que su influencia mediática era residual.
El debate electoral de este jueves le ha brindado a Clegg la oportunidad que necesitaba para terminar de despuntar. Durante hora y media, debatió junto a Gordon Brown y a David Cameron en la cadena ITV. La inmigración, la seguridad, el DNI electrónico, o la guerra de Afganistán fueron abordados por los tres candidatos, que además fueron preguntados por ciudadanos previamente seleccionados.
En general, cundía la impresión de Nick Clegg como un hombre sin carisma. Pero después del debate, sí ha ratificado su inteligencia política: El liberal ha sabido capitalizar la desconfianza general con la clase política, presentándose como una tercera alternativa al inmovilismo bipartidista: "Hay vida más allá de las dos viejas formaciones que dominan la política británica desde hace 65 años" les decía a los ciudadanos este jueves.
El líder liberal-demócrata finalizó su aparición televisiva con los deberes hechos: debía dar una imagen relajada, y abrise un hueco en la mente de los votantes de un país profundamente habituado a la alternancia entre laboristas y tories. En varias o ocasiones puso contra las cuerdas a ambos candidatos, a los que pedía dosis de realismo: "Muy bien, pero ¿Cómo van a concretar sus propuestas?" les repetía.
La cadena anfitriona otorgó las "estatuillas" al término del programa: Clegg vencía el debate por un 43%, seguido de Cameron, con el 26%, y un 20% que dio como ganador al primer ministro, Gordon Brown. Con distintos matices, las encuestas de la prensa británica ratificaron los resultados, que confirman el batacazo de Brown y el ascenso de Cameron.
A pesar de todo, la petición con la que Clegg concluía su intervención: "Lo más popular
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