Los trabajadores que se encontraban en el edificio del reactor número 2 de la central nuclear de Fukushima-1, en el este de Japón, han tenido que ser evacuados después de que se detectaran niveles de radiación diez millones de veces superiores a los normales, según ha informado la Compañía de Energía Eléctrica de Tokio (TEPCO por sus siglas en inglés).
TEPCO ha señalado, según la cadena de televisión japonesa NHK, que en el agua acumulada en el sótano del edificio, donde se encuentra la turbina de dicho reactor, la radiación alcanza los 2.900 becquerelios. Este nivel de contaminación es unas 1.000 veces superior al detectado en el agua que se acumuló en los sótanos de los edificios que alojan las turbinas de los reactores 1 y 3.
La compañía ha explicado que esos 2.900 becquerelios equivalen a la radiactividad normal que tiene el agua que circula en un reactor nuclear que funciona con normalidad, multiplicado por diez millones.
Entre los materiales radiactivos encontrados hay 2.900 becquerelios de yodo 134, 13 millones de becquerelios de yodo 131, 2,3 millones de cesio 134 y otros 2,3 millones de cesio 137. Estas sustancias se emiten durante la fisión nuclear que se produce en el núcleo de un reactor.
TEPCO cree que el agua procede del núcleo dañado de un reactor y está intentado averiguar cómo se produjo el escape. Según expertos consultados hoy por la televisión pública NHK, en el reactor 2 podría haber una fuga de material radiactivo procedente del núcleo, que ha salido al exterior desde la piscina de supresión en la base del reactor.
El nivel de yodo radiactivo en las aguas de la costa cercanas a la central nuclear de Fukushima Daiichi aumentó hoy hasta una concentración 1.850 veces superior al límite legal, informó la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón.
Esto supone un nuevo incremento del material radiactivo en el agua marina cercana a la central, después de que el sábado las autoridades anunciarán una concentración 1.250 veces superior a la permitida.
Agua radiactiva en el reactor 1
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha anunciado que en el reactor 1 de la central de Fukushima se ha detectado la presencia de yodo 131, cesio 137 y cesio 134, a niveles comparables a los de la zona del reactor 3 donde tres trabajadores resultaron heridos el pasado jueves.
Esos tres operarios entraron en contacto con agua radiactiva a un nivel 10.000 veces superior al normal, y dos de ellos tuvieron que ser hospitalizados.
Sin embargo, el OIEA indica que "aunque los pacientes no necesitan tratamiento médico, los médicos han decidido mantenerlos en el hospital para seguir su evolución durante los próximos días".
El OIEA teme que la radiactividad en el reactor 3 provenga de una rotura en la vasija de contención del reactor, aunque no se descarta que el origen pueda estar en la piscina que almacena el combustible usado.
La situación en Fukushima
La empresa intentará drenar este agua de las unidades 1, 2, 3 y 4 para facilitar las labores de los operarios que intentan restablecer las funciones de refrigeración de la central. El OIEA explicó igualmente que se sigue vertiendo agua dulce en los reactores 1, 2 y 3.
Además se ha logrado conectar tomas externas de energía a los reactores 1 al 4. En las unidades 2 y 4, los paneles de distribución eléctrica están ya conectados a esas fuentes externas, aunque se está comprobando el estado de distintos componentes, antes de iniciar el suministro eléctrico.
Devolver la electricidad a los reactores es esencial para que se activen los sistemas de refrigeración del combustible, tanto en el núcleo como en los estanques que almacenan el material ya usado.
Los sistemas de iluminación de las salas de control en los reactores 1, 2 y 3 ya funcionan, y algunos instrumentos en las unidades 1, 2 y 4 están de nuevo operativos.
Sin embargo, el OIEA advierte de que "debido al alcance del daño infringido por el terremoto y el tsunami, no es posible de momento estimar cuando estarán de nuevo operativos los equipos".