
LD (Agencias) El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha logrado que Rusia y Georgia acepten el plan de paz presentado en nombre de la Unión Europea (UE). El pacto se selló en sendas visitas relámpago que el mandatario galo realizó a Moscú y Tiflis en donde se entrevistó con sus homólogos ruso y georgiano, Dmitri Medvedev y Mijail Saakashvili.Poco antes del arribo de Sarkozy a la capital rusa, Medvedev anunciaba el fin de las operaciones militares en Georgia señalando que "el objetivo de la operación para imponer la paz se ha cumplido. La seguridad de las tropas de paz y de los ciudadanos rusos está garantizada". Al tiempo, ordenó al Ministerio de Defensa "aplastar, en caso de que surjan, cualquier foco de resistencia o de agresión" en la zona de conflicto. "El agresor ha sido castigado y ha sufrido bajas significativas. Sus fuerzas armadas han quedado dispersas", dijo antes de declarar este miércoles día de luto por la "catástrofe humanitaria" en Osetia del Sur.
Tras una reunión de cuatro horas, Sarkozy y Medvedev dieron a conocer el plan de seis puntos para solucionar el conflicto en Osetia del Sur, adonde Rusia envió tropas el pasado viernes, tras estallar los combates entre las fuerzas separatistas surosetas y georgianas.
El acuerdo estipula: la renuncia al uso de la fuerza, el cese definitivo de todas las acciones militares, el libre acceso a la ayuda humanitaria y el regreso de las fuerzas armadas de Georgia a su lugar de emplazamiento habitual. Además, las tropas rusas serán retiradas a la línea que existía antes del estallido del conflicto, aunque podrán tomar medidas de seguridad adicionales hasta la creación de los correspondientes mecanismos internacionales. Finalmente, se abrirá un debate internacional para decidir el futuro estatus de las separatistas Osetia del Sur y Abjasia y determinar la vía que garantice su seguridad.Tras el encuentro en el Kremlin, Sarkozy expresó la preocupación que ha suscitado en la UE el conflicto georgiano y señaló que el líder ruso le ha asegurado que su país "no tiene el propósito" de permanecer en territorio de Georgia. "Hemos acordado respetar la soberanía de Georgia. Es un país independiente", declaró.
Por su parte, Medvedev defendió la operación militar del Ejército ruso en Georgia ante la necesidad de proteger a los habitantes de Osetia del Sur y Abjasia, a los que Moscú, pese a las protestas de Tiflis, había concedido la nacionalidad rusa. Además, recordó la secesión unilateral de Kosovo, reconocida por parte de Occidente, pese a las protestas de Serbia y Rusia, para defender el derecho de las regiones georgianas pro-rusas de reclamar su independencia.
Por la noche, el presidente francés se desplazó a Tiflis, donde tras varias horas de negociaciones y dos conversaciones telefónicas con Medvedev anunció que el presidente georgiano había aceptado el plan. Saakashvili confirmó que acepta el documento, al subrayar que éste reconoce la soberanía de Georgia, y abogó por una mayor participación de observadores internacionales en el proceso de arreglo.