L D (EFE) Urso Branco, el principal presidio de la ciudad de Porto Velho, capital del Estado amazónico brasileño de Rondonia, registra desde el domingo un sangriento motín. Nueve internos han perdido la vida, aunque seis reclusos que se han dado a la fuga sostienen que han sido asesinados otros cuatro. Algunas de las víctimas han sido descuartizadas o decapitadas, como han podido registrar varios cámaras de televisión.
En la citada cárcel hay también 165 familiares de reclusos; son, al decir de las autoridades, "rehenes voluntarios", pues se niegan a abandonar el lugar. Hace tres años Urso Branco fue escenario de otro motín: murieron entonces 27 personas.
Un fiscal que participó en las negociaciones con los presos y accedió el miércoles al edificio ya había informado de la existencia de otros dos cadáveres, además de los nueve que ya han sido mostrados o arrojados desde la azotea del penal.
En la citada cárcel hay también 165 familiares de reclusos; son, al decir de las autoridades, "rehenes voluntarios", pues se niegan a abandonar el lugar. Hace tres años Urso Branco fue escenario de otro motín: murieron entonces 27 personas.
Un fiscal que participó en las negociaciones con los presos y accedió el miércoles al edificio ya había informado de la existencia de otros dos cadáveres, además de los nueve que ya han sido mostrados o arrojados desde la azotea del penal.
Uno de los fugados se lanzó al vacío desde una altura de casi 15 metros de altura para escapar de los amotinados, y debió ser hospitalizado con heridas de gravedad. Otros tres, que saltaron muros de siete metros, sufrieron lesiones menores.
Los amotinados podrían estar cavando un túnel para intentar una fuga masiva
La secretaría de Seguridad Pública de Rondonia informó de que las negociaciones han avanzado poco, pese a que el Gobierno regional ha aceptado 17 de las 20 reivindicaciones iniciales de los amotinados, incluida la destitución del director de Urso Branco. La citada Secretaría cree que éstos, que cuentan con armas de fuego, demoran las negociaciones porque están intentando una fuga masiva a través de un túnel que estarían cavando.
La Policía, que en un primer momento descartó la posibilidad de invadir Urso Branco por el riesgo que entrañaría la operación para los "rehenes voluntarios", hizo en la madrugada de este jueves un simulacro de asalto, pero fue repelido a pedradas desde el interior del presidio.
Las autoridades, que han cortado los servicios de agua y energía y el suministro de alimentos, esperan que los amotinados se rindan por cansancio. Mientras que los rehenes se están alimentando con galletas encontradas en los almacenes del presidio, los amotinados han devorado hasta los gatos que vivían en el lugar, y, según algunos medios de comunicación, han amenazado con asesinar a más reclusos para devorar su carne.
Además del relevo de la dirección de Urso Branco, los amotinados demandan, entre otras cosas, "más tiempo para el baño de sol", mejoras en la comida y el traslado de algunos presos.
Las autoridades regionales tan sólo han descartado la posibilidad de que el gobernador de Rondonia, Ivo Cassol, acuda al presidio para negociar con los rebelados, como éstos solicitan, y han rechazado también la petición de que sean los propios presos quienes escojan al nuevo director.
La secretaría de Seguridad Pública de Rondonia informó de que las negociaciones han avanzado poco, pese a que el Gobierno regional ha aceptado 17 de las 20 reivindicaciones iniciales de los amotinados, incluida la destitución del director de Urso Branco. La citada Secretaría cree que éstos, que cuentan con armas de fuego, demoran las negociaciones porque están intentando una fuga masiva a través de un túnel que estarían cavando.
La Policía, que en un primer momento descartó la posibilidad de invadir Urso Branco por el riesgo que entrañaría la operación para los "rehenes voluntarios", hizo en la madrugada de este jueves un simulacro de asalto, pero fue repelido a pedradas desde el interior del presidio.
Las autoridades, que han cortado los servicios de agua y energía y el suministro de alimentos, esperan que los amotinados se rindan por cansancio. Mientras que los rehenes se están alimentando con galletas encontradas en los almacenes del presidio, los amotinados han devorado hasta los gatos que vivían en el lugar, y, según algunos medios de comunicación, han amenazado con asesinar a más reclusos para devorar su carne.
Además del relevo de la dirección de Urso Branco, los amotinados demandan, entre otras cosas, "más tiempo para el baño de sol", mejoras en la comida y el traslado de algunos presos.
Las autoridades regionales tan sólo han descartado la posibilidad de que el gobernador de Rondonia, Ivo Cassol, acuda al presidio para negociar con los rebelados, como éstos solicitan, y han rechazado también la petición de que sean los propios presos quienes escojan al nuevo director.
En la cárcel, con capacidad para 350 reclusos, hay 1.300 internos, pero se desconoce cuántos participan del motín.