L D (EFE) Los colegios han abierto sin problemas y la jornada se desarrolla con normalidad. Las encuestas señalan a Michelle Bachelet como candidata favorita, con un 45 por ciento de las intenciones de voto, aunque en las últimas horas parece haber perdido apoyo. De ganar las elecciones se convertiría en la primera mujer presidenta de Chile. Pero por el momento los apoyos no parecen suficientes para que obtenga más del 50 por ciento de los votos, por lo que lo más probable es que Chile tenga que recurrir a una segunda vuelta. En esta se tendría que enfrentar a uno de los dos candidatos de centro derecha, Sebastián Piñera y de derecha, Joaquín Lavín, ambos con un apoyo de entorno al 20 por ciento. Este domingo también se renuevan 20 asientos del Senado chileno de los 38 totales, y los 120 de la Cámara de Diputados.
La ex ministra de defensa de Lagos es la candidata con mayor respaldo en las encuestas, pero en una segunda vuelta, previsiblemente los votos de uno de los otros dos candidatos a la derecha apoyarían al otro. Bachelet podría contar también con los escasos votos que previsiblemente obtendrá el otro candidato de la izquierda, Tomás Hirsch. No hay nada claro sobre el posible resultado de la segunda vuelta.
Joaquín Lavín, que representa al sector más comprometido con la época de la dictadura de Augusto Pinochet, ha declarado que "estoy muy tranquilo y confiado, muy optimista de que habrá segunda vuelta. Estoy seguro de que hay un voto popular que se va a manifestar". Por su parte, el candidato de centro derecha Sebastián Piñera, empresario, responde diciendo que "yo creo que pasaremos a segunda vuelta, esto es un libro abierto y no está escrito, hay algunos que han pretendido escribirlo muchas veces, pero los únicos que tienen derecho a escribirlo son los chilenos". Su programa tiene un carácter más liberal.
Las primeras preocupaciones de los chilenos son la delincuencia, seguida del desempleo, la salud y la educación. Si bien en los años bajo la presidencia de Ricardo Lagos Chile ha continuado con el éxito económico de su modelo, también se ha enfrentado a los crecientes problemas relacionados con la delincuencia y el desempleo. La pobreza, pese a los enormes avances de las últimas dos décadas, sigue estando muy presente en las consideraciones de los más de ocho millones de chilenos convocados a votar.
Los candidatos
Michelle Bachelet es la hija de un general de la Fuerza Aérea que fue torturado y muerto tras el golpe militar del general Pinochet, de 1973. El programa de Bachelet está centrado en la igualdad de género, la salud y la educación preescolar. También plantea una contrarreforma del sistema de pensiones. Desea reformar el sistema penal e introducir regulaciones medioambientales.
Sebastián Piñera, de la universidad de Harvard, es un economista y empresario de éxito. Se presenta como candidato liberal frente a los sectores pinochetistas que se agrupan en torno a Joaquín Lavín. Sobre el problema de la seguridad, estrella en estas elecciones presidenciales y legislativas, Piñera propone una modernización de las fuerzas de seguridad. También propone una reducción de la edad penal y un aumento de las penas para los reincidentes. Piñera busca una "alianza estratégica" con Estados Unidos y la Unión Europea que permita encaminar inversiones a su país.
Joaquín Lavín perdió frente a Ricardo Lagos en las anteriores elecciones por muy poco, ya que recibió el respaldo del 48,7 por ciento de los chilenos. Hoy el voto conservador está dividido, por la aparición de otro candidato que compite por el mismo espacio. Es alcalde de Santiago de Chile desde 2000 y ha gozado de una gran popularidad, que no obstante se ha deteriorado en los últimos años. Lavín propone un aumento de la presencia policial para atajar la delinciencia, y se plantea el objetivo de reducir la incidencia de la pobreza al 12 por ciento de la población en 2010. Promete un millón de nuevos empleos para 2011
8,2 millones de chilenos
En los comicios participan básicamente dos alianzas políticas, la gobernante Concertación por la Democracia, de centro izquierda, y la derechista Alianza por Chile. El sistema electoral "binominal", heredado de la dictadura, hace que los votos de cada circunscripción se repartan entre el primer y el segundo más votado, con lo que solo dos listas acceden al Parlamento casi en igualdad. El voto es obligatorio y el registro voluntario.
El Servicio Electoral (Servel) anticipó un bajo nivel de abstención y destacó que el padrón electoral de este año es el más grande desde el plebiscito de 1988, en el que el pueblo chileno rechazó la continuidad del dictador Pinochet en la Presidencia. "Tenemos casi un cuarto de millón de jóvenes que se inscribieron durante este año y que van influir de alguna manera en esta elección", afirmó el director del Servel, Juan Ignacio García, que precisó que son 8.220.897 los ciudadanos habilitados para votar.