Los más de 600.000 británicos que viven en España podrían decidir las elecciones en Reino Unido

Algo más de cinco millones y medio de súbditos de su graciosa majestad Isabel II residen fuera del Reino Unido de la Gran Bretaña, lo que supone aproximadamente la décima parte del total. La mayor parte de ellos está en países de habla inglesa como Australia, Estados Unidos, Canadá, la cercana Irlanda o la exótica Nueva Zelanda, pero sorprendentemente el segundo país con mayor cantidad de británicos en sus calles es España.

Y es que alrededor de 760.000 britons viven en nuestro país, algunos menos según otras fuentes que rebajan esta cifra a unos 700.000, pero en cualquier caso mas de 600.000 ingleses, galeses, escoceses o norirlandeses con derecho al voto están en España, algo que ha hecho que los partidos británicos, tradicionalmente pasivos respecto al voto exterior, estén empezando a movilizarse tímidamente.

Al menos sí lo está haciendo el Partido Conservador, convencido de que por razones sociológicas ese voto puede estar sensiblemente escorado hacia el bando torie, no en vano se trata o bien de jubilados con un nivel razonable de vida o bien de profesionales de elevada cualificación e ingresos.

En la costa

Esto se puede ver bien si se analiza un poco más detenidamente dónde están viviendo estos británicos: la inmensa mayoría se localizan en la costa, siendo la Comunidad Valenciana y Andalucía las más “inglesas” seguidas, a bastante distancia, por Canarias, Cataluña y Murcia.

Incluso en algunas provincias como Alicante, en la que según el INE residen unos 120.000, o Málaga, con más de 60.000 podrían tener una influencia en las elecciones municipales que no ha escapado a los partidos españoles, así el PP está también estableciendo sus propias relaciones con los tories en busca de un interés mutuo.

Pero… ¿votarán?

Como decimos, en unas elecciones realmente ajustadas como las que auguran las encuestas algo más de medio millón de votantes suponen un premio importante, pero la verdad es que los británicos suelen ser más bien reacios a votar cuando no viven en su país. Las razones son varias, empezando por la evidente “desconexión” de la realidad nacional cuando se reside lejos, pero no es la menor la existencia de unos trámites previos bastante engorrosos para ejercer ese derecho al voto.

Es algo que preocupa a los representantes en España de Conservatives Abroad, la organización foránea de los tories, que lamentan además que los últimos gobiernos laboristas han puesto todavía más trabas para que los ciudadanos voten: “Han reducido de 20 a 15 años el plazo en el que un británico que vive en el extranjero pierde su derecho al voto”, nos dice Paul Gordon, secretario de la representación de Conservatives Abroad en Madrid.

Se trata de una de las ocho agrupaciones que los conservadores británicos tienen en nuestro país (otras están en Altea y Javea, en Alicante; Marbella y Benalmádena, en Málaga;  El Ampurdán catalán, Mallorca, Canarias), delegaciones que ofrecen con insistencia para asesorar a sus compatriotas a través del proceso para poder votar, recordando “que estas elecciones son muy importantes, después de tantos años de gobiernos laboristas es una oportunidad única que hay que aprovechar, es ahora o nunca”.

Voto con registro previo

Al contrario de lo que ocurre en nuestro país, pero en consonancia con la tradición anglosajona, el ciudadano británico que desee ejercer su derecho al voto debe estar registrado.

Este proceso no es automático, aunque internet ha ayudado a simplificarlo, pero teniendo en cuenta que las elecciones pueden convocarse en cualquier momento (se especula con la fecha del 6 de mayo), de no hacerlo con cierta celeridad podrían no llegar a tiempo para la próxima cita con las urnas.

El primer paso que debe seguir un briton español es entrar en About my vote, una página web creada por la Comisión Electoral británica, allí encontrarán un cuestionario de varias páginas que deben rellenar y mandar por correo a la Oficina de Registro Electoral del distrito que les corresponda.

También pueden empezar su gestión en el site preparado para la ocasión por los conservadores, que tiene como nombre y URL un expresivo dontleaveyourvoteathome (no dejes tu voto en casa) y en el que también se pueden encontrar los formularios que hay que rellenar.

En la mayoría de los casos, una vez pasado este trámite deberán gestionar también los correspondientes para votar por correo o con una peculiar forma que ofrece la legislación inglesa: el voto por Proxy, que no es ni más ni menos que autorizar a alguien para votar por nosotros, una muestra de confianza individual y, probablemente y visto en su conjunto, también un ejemplo de madurez democrática.