
LD (EFE) En un discurso ante los miembros de la patronal alemana, Angela Merkel se mostró optimista con respecto al estado de las negociaciones para una gran coalición entre su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), y el Partido Socialdemócrata (SPD).
"Estamos prácticamente de acuerdo en el diagnóstico de la situación", dijo Merkel que reconoció que las negociaciones no han sido fáciles pero añadió que los dos partidos y sus líderes tienen la voluntad de llevarlas a feliz término.
Merkel trató de disipar los temores del presidente de la patronal, Dieter Hundt, quien no ocultó su preocupación de que la CDU para formar gobierno con los socialdemócratas tenga que aceptar demasiados compromisos que impidan reformas profundas. "Trabajamos en un programa que deje claro que no buscamos sólo el mínimo común denominador. Estamos conscientes de que si dentro de cuatro años la situación no ha mejorado claramente, los dos partidos recibirán la factura", dijo la próxima canciller.
La gran coalición tendrá como meta no sólo volver a cumplir los criterios del Tratado de Maastrich en 2007 sino, ya en 2006, volver a presentar un presupuesto acorde con la exigencia de la constitución alemana según la cual el nuevo endeudamiento no puede ser superior a las nuevas inversiones. Como fórmula para llegar a esa meta, la dirigente cristianodemócrata volvió a recordar el trípode del ahorro, las inversiones y las reformas, que se ha convertido ya en la bandera de la gran coalición aún antes de constituirse formalmente.
