
L D (EFE) Se espera que, de común acuerdo con Schroeder, los diputados de la coalición de Gobierno se abstengan, con lo que el canciller perdería el voto de confianza y quedaría despejado el camino para que el presidente federal, Horst Koehler, disolviera el Parlamento.
Tras la disolución del parlamento, se deberán realizar elecciones generales en los siguientes 81 días. Se considera que la fecha más probable para la celebración de elecciones sea el 18 de septiembre.
La decisión de allanar el camino hacia las elecciones anticipadas se tomó tras el revés sufrido por el Partido Socialdemócrata (SPD), mayoritario de la coalición de Gobierno, en los comicios regionales de Renania del Norte de Westfalia. En Alemania, el Parlamento no puede autodisolverse sino sólo puede ser disuelto por el presidente federal tras una dimisión del canciller o tras la pérdida de un voto de confianza.
En la historia de la República Federal de Alemania sólo en dos ocasiones se han celebrado elecciones anticipadas. La primera vez fue en 1972 después de que el canciller de la época, el socialdemócrata Willy Brandt, se sometiera a un voto de confianza, y lo perdiera porque algunos diputados del Partido Liberal (FDP) abandonarán la disciplina de la coalición de Gobierno para sumarse a la oposición.
La segunda vez fue en 1983, después de que el cristianodemócrata Helmut Kohl se sometiera a un voto de confianza, con la intención de perderlo y forzar nuevas elecciones que lo ratificaran.
La decisión de allanar el camino hacia las elecciones anticipadas se tomó tras el revés sufrido por el Partido Socialdemócrata (SPD), mayoritario de la coalición de Gobierno, en los comicios regionales de Renania del Norte de Westfalia. En Alemania, el Parlamento no puede autodisolverse sino sólo puede ser disuelto por el presidente federal tras una dimisión del canciller o tras la pérdida de un voto de confianza.
En la historia de la República Federal de Alemania sólo en dos ocasiones se han celebrado elecciones anticipadas. La primera vez fue en 1972 después de que el canciller de la época, el socialdemócrata Willy Brandt, se sometiera a un voto de confianza, y lo perdiera porque algunos diputados del Partido Liberal (FDP) abandonarán la disciplina de la coalición de Gobierno para sumarse a la oposición.
La segunda vez fue en 1983, después de que el cristianodemócrata Helmut Kohl se sometiera a un voto de confianza, con la intención de perderlo y forzar nuevas elecciones que lo ratificaran.
