
L D (EFE) "Los 30 criminales cerraron la carretera entre las vecinas localidades Bam y Kerman y detuvieron a cuatro coches. Al bajar los ocupantes les taparon la boca con la cinta adhesiva y les dispararon en el pecho y la cabeza", informó Amir Reza Savari, responsable de la Secretaría del Consejo de Seguridad del Ministerio del Interior iraní.
Al parecer, los asesinos huyeron, posteriormente, a las montañas de Kaput, en Kerman.
Según Savari, el Ministerio de Inteligencia recibió una llamada en la que un desconocido atribuía la autoría de la matanza al Yondollah (Soldados de Dios), un grupo suní opositor al régimen de los ayatolás que Teherán vincula con bandas de narcotraficantes.
Los Soldados de Dios reivindicaron en marzo el ataque contra un convoy oficial, en la provincia de Sistán-i-Beluchistán, que se cobró la vida de 22 personas, entre las que se contaban varias autoridades locales.
