LD (EFE) En declaraciones difundidas por la agencia rusa Itar-Tass, el fiscal de Samara, Alexandr Efrémov, ha confirmado que una bomba fabricada con un explosivo plástico de una potencia equivalente a un kilogramo de trilita, ha estallado cerca del mediodía de este viernes, en el mercado Kirov del distrito Sovietski de esa ciudad.
La potente deflagración ha causado la muerte de once personas y heridas a otras cincuenta, de las cuales 26 están hospitalizadas, entre ellas una niña que se encuentra muy grave. Muchos de los heridos sólo sufrieron pequeños cortes y contusiones y no precisaron su ingreso en hospitales.
La bomba, según el fiscal, había sido colocada en un extremo del mercado al aire libre, entre varios contenedores, a un metro de altura, lo que explicaría la mortandad causada. Efrémov explicó que la cifra de víctimas podía haber sido muy superior al estar colocado el artefacto cerca de un andén de tren de cercanías, pero la presencia de una cisterna en el lugar protegió a las personas que esperaban la llegada del convoy. La bomba disponía de una mecha que fue prendida para provocar la explosión, indicó el fiscal.
