L D (EFE) El cambio de mayor calado es el relevo del anterior ministro de Exteriores, Igor Ivanov, por Serguéi Lavrov, desde hace una década representante permanente de Rusia en la ONU, y el traspaso de aquél al cargo de secretario del Consejo de Seguridad del Kremlin.
También destaca la permanencia al frente de Defensa de Serguéi Ivanov, viejo camarada de Putin en el servicio secreto ruso y considerado como su "mano derecha" y posible sucesor, y la continuidad del bloque económico del Gobierno.
Además, todos los observadores resaltaron el nuevo destino de Dmitri Kozak, antes jefe adjunto del gabinete de la Presidencia y coordinador de la campaña electoral de Putin, que incluso había sido barajado como posible futuro primer ministro. Kozak será el jefe de gabinete del Ejecutivo, es decir, la "eminencia gris" del nuevo Gobierno que se encargará de marcar las pautas de Putin entre los ministros.
El pasado 24 de febrero el presidente ruso destituyó el anterior Gobierno de Mijaíl Kasiánov con el pretexto de que el país "tenía el derecho de conocer" el Ejecutivo con el que se proponía continuar las reformas durante su segundo mandato en caso de ser reelegido. Días más tarde, presentó como nuevo primer ministro a Mijaíl Fradkov, un tecnócrata leal y sin ambiciones.
Kasiánov se había erigido en figura política de peso y podría haberse hecho con todo el poder en Rusia, al menos de forma temporal, en caso de que la baja participación invalidara los comicios del próximo domingo, dejando fuera a Putin. Por eso el presidente ha rematado la jugada con el nombramiento de los ministros, cuyo número redujo de 30 a 17, como otro paso dentro de la reforma administrativa acometida para acabar con la burocracia corrupta que asfixia al país.
Como único vicepresidente del Gobierno de Fradkov (en vez de los seis del anterior gabinete), Putin designó a Alexandr Zhúkov, hasta ahora presidente de la comisión de Presupuestos de la Duma o Cámara de Diputados. En el bloque económico, Herman Gref mantuvo la titularidad del ministerio de Desarrollo Económico y Comercio, mientras que Alexéi Kudrin perdió su condición de viceprimer ministro, pero sigue como titular de Finanzas.
Víctor Jristenko, que fue jefe del Gobierno en funciones hasta el nombramiento de Fradkov, pasó a encabezar el nuevo ministerio de Industria y Energía, mientras Alexéi Gordéyev retiene la titularidad de Agricultura, departamento al que ahora se integra Pesca. Además, Putin mantuvo a otro de sus "incondicionales", Serguéi Shoigú, como ministro de Situaciones de Emergencia, y a Yuri Chaika al frente del ministerio de Justicia, además de confirmar al frente de Interior a su hasta ahora titular en funciones, Rashid Nurgalíev.
Yuri Trutnev, antes gobernador de la región de Perm, fue designado ministro de Recursos Naturales y Mijaíl Zurábov, hasta ahora director del Fondo de Pensiones, ministro de Sanidad y Desarrollo Social. La jefatura del ministerio de Transporte y Comunicaciones fue asignada al antes militar y empresario Yuri Levitin, la de Educación y Ciencia a Andréi Fursenko, y la de Cultura e Información a Alexandr Sokolov, ex rector del Conservatorio de Moscú.
Durante una reunión en el Kremlin, Putin prometió que mantendrá a este Gobierno si gana las elecciones y aseguró que, en tal caso, la dimisión que el Ejecutivo deberá presentar ante el presidente electo será "pura formalidad". Según Putin, la reforma estructural del Gobierno es el primer gran fruto de la reforma administrativa diseñada desde hace dos años y permite evitar la duplicidad de funciones y lograr una mayor eficacia y responsabilidad personal de los ministros.