La Salgado, fiel al estilo PSOE, no sabe y no contesta. Es la estrategia de Rubalcaba. Cuando se ven pillados, la mejor salida es irse por los cerros de Ubeda o la callada por respuesta. Con su silencio, la ministra se hace cómplice del desbarajuste de las cuentas de Castilla-La Mancha.