Como en todas partes, siempre habrá algo de corrupción, ya que eso es inevitable al mezclar la naturaleza humana y el poder.
Eso sí, ¡Qué diferencia entre las administraciones en las que la corrupción se alienta y encubre y las que se denuncia y depura!
¡Qué privilegio el de quienes viven en Madrid!
Un saludo.
Es que no se salva ninguno, todos son unos mangantes llenos de corruptelas.
¡Para cuando una justicia justa!
¡Qué envidia!
Aquí en Barcelona, Maragall pretendió hacer una denuncia (la del 3%), pero prefirió enfangarse como todos.