En estos momentos es cuando se echan en falta las listas abiertas. Son la manera de modular nuestro voto para poder cerrar el paso a personajes como Gallardón, sin dejar de votar al partido que queremos.
Al final tendremos que "tragar" con Gallardón si queremos librarnos de los delincuentes socialistas.
La presencia de Gallardón en las listas del PP es incompatible con la política económica de racionalización del gasto y austeridad que parece proponer el PP.
¿Qué autoridad tiene un partido para criticar el delfilfarro de los rivales si incluye a un individuo como Gallardón, que condujo a su ciudad a ser la más endeudada de España y sobre la Comunidad de Madrid pesa aún la deuda que dejó durante su gestión que tuvo lugar en época de vacas gordas?