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De la "sensibilidad de una almeja" al "buenas noches y buena suerte"

Con el de Rajoy y Rubalcaba, España vivirá su quinto debate electoral entre los candidatos a La Moncloa. 

Los debates electorales entre candidatos a la presidencia del Gobierno en España han sido una historia de inestabilidad. Desde que Aznar y Felipe González se enfrentaran en 1993, hubo años de sequía en la que los candidatos huyeron de los enfrentamientos cara a cara como de la peste. Almunia, y también Rajoy en su momento fueron conscientes de que estos debates es difícil que te hagan ganar; pero es muy sencillo que te hagan perder. Ahora, y tras el regreso que supusieron los debates de Zapatero y Rajoy en 2008, España volverá a vivir un cruce de argumentos, aunque sea completamente ensayado y encorsetado. 

Así las cosas, el cara a cara del próximo 7 de noviembre entre Rajoy y Rubalcaba será el último de los cara a cara celebrados entre los dos grandes candidatos a presidente de Gobierno de España, desde 1978.

Felipe vs Aznar

Primer debate

Se produjo el 4 de mayo de 1993, y en él se enfrentaron el presidente del Gobierno Felipe González y José María Aznar. Un total de 9.662.000 personas fueron espectadores de cómo el joven candidato del PP empleaba sólidos argumentos para derrotar sin piedad a un socialista borracho de seguridad.

Felipe González ha tratado de justificar en sucesivas ocasiones su derrota de aquél día, aduciendo diversos motivos que excusasen su descalabro: llegó a ampararse en un accidente sufrido el día anterior en un avión que habría hecho mella en sus nervios; e incluso culpó a sus asesores de darle unas pésimas indicaciones. Sea como fuere, el primer debate de la historia de la democracia tuvo un vencedor claro: Jose María Aznar, que acudió a los estudios de Antena 3 con unas cifras estudiadas al milímetro, y unos datos que se tornaron irrebatibles para un Felipe González que confió todo a la carta de su carisma. Y perdió. Para la posteridad quedó una de las frases pronunciadas por el popular: "Como ha dicho Nicolás Redondo, tiene usted menos sensibilidad social que una almeja".

Aquel día dejó muchas curiosidades para la historia. Era la primera vez que se vivía un acontecimiento así y los partidos volcaron su inexperiencia en un afán de control de todos los detalles: Javier Arenas (PP) y Txiqui Benegas (PSOE) estuvieron en plató hasta la misma tarde del debate para supervisar todo. El color del plató les tuvo enzarzados hasta el último momento, desatando suspicacias. Absolutamente todo había sido pactado por los partidos, desde los temas, la altura de la mesa, los saludos, la iluminación...y el moderador: Manuel Campo Vidal.

Felipe González asumió con desconcierto su derrota, que sin duda no se esperaba. "Este tío aguanta un debate", dijo a la salida del mismo, mientras el equipo de Aznar se deshacía en aplausos por la acertada pelea de datos.

Segundo debate

Así como en el primer debate hubo un vencedor incontestable, al segundo los socialistas acudieron con la lección aprendida y el resultado no es tan unánime. Al margen de los derroteros en los que se centró el intercambio dialéctico, el PSOE partió con una ventaja clara fruto de su hábil negociación de los bloques temáticos por los que se dirigiría el debate: consiguieron dejar fuera los asuntos de corrupción, como Filesa o el caso Ibercop. Eran, con toda seguridad, los puntos débiles del felipismo en los que hubiera desfallecido... pero que consiguió cargarse antes de empezar.

Se produjo el 31 de mayo de ese mismo año y esta vez el moderador fue el difunto Luis Mariñas. La emisión logró un 75,3% de la cuota de pantalla, con un seguimiento de 10.256.000 espectadores, convirtiéndose en la segunda emisión más vista de la historia del canal.

Zapatero vs Rajoy

Primer debate

El encuentro de Rajoy y Zapatero en 2008 ponía fin a muchos años de sequía, en los que los candidatos rechazaron enfrentarse cara a cara a su contrincante. Al fin volvía a producirse, aunque fuese bajo el encorsetamiento bajo el que tuvo lugar: los partidos volvieron a pactar absolutamente todo lo referente a la emisión y los temas. El moderador volvió a ser Manuel Campo Vidal, y las audiencias también repitieron éxito: llegaron al 60% de cuota de pantalla, superando los 12 millones de espectadores.

Al día siguiente, los sondeos señalaban diferentes ganadores, aunque por muy estrecho margen. Al margen de ellos, cabe mencionar la actuación de Mariano Rajoy frente a un sobreactuado Zapatero, que no tuvo más remedio que defenderse de los ataques del popular, lo que le metió en callejones sin salida que tuvo que saldar con mentiras, alusiones a Aznar y el Prestige, y hasta a Marx.

Segundo debate

Los candidatos volvieron a ponerse cara a cara ese mismo 3 de marzo, repitiendo los cánones del primer asalto. Turnos establecidos, pautas cerradas para temas estancos, y poco lugar para la improvisación. Olga Viza fue la encargada de moderar un debate en el que dedicó un trato de favor muy evidente a Zapatero, permitiendo interrumpir a su contrincante, saltándose los turnos de palabra. A pesar de ello, el candidato socialista no logró vencer a su rival, que se mostró claramente superior en un debate mucho más tenso y bronco, pero igualmente encorsetado y artificial. 

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