Soraya Sáenz de Santamaría se convierte en pieza clave para Mariano Rajoy no ya en el traspaso de poderes sino también en la negociación con los futuros aliados del Gobierno popular. Alejada de los focos, la que está llamada a convertirse en vicepresidenta primera se reunió por periodo de una hora con Duran Lleida, portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados durante la anterior legislatura.
Según las fuentes consultadas, el motivo del encuentro no fue otro que favorecer un ambiente de "cordialidad y entendimiento" una vez Rajoy tome posesión de su cargo como jefe del Ejecutivo el próximo veintidós de diciembre. Encima de la mesa, la intención del aún presidente electo de conseguir el mayor número de consensos, siendo CiU "un aliado preferente", en voz de un miembro de la dirección nacional.
El encuentro se produjo en el despacho de Sáenz de Santamaría en la Cámara Baja, y será el primero de varios, ya que la idea es ir trabajando poco a poco a fin de ganar una confianza mutua. El entorno de la exportavoz del Grupo Popular recuerda que ya en los últimos años hubo un buen clima entre ambas formaciones, por lo que la cita ha sido muy productiva.
Tanto en público como en privado, Rajoy ha insistido en que quiere aunar al máximo de formaciones posibles entorno a su proyecto de recuperación nacional, y desde largo tiempo hace guiños a los denominados nacionalistas moderados: CiU y PNV. Se descarta, por lo obvio, a la marca de Batasuna Amaiur. En este marco, el propio jefe de los populares está muy implicado, pero también echa mano de Sáenz de Santamaría, con contacto permanente con estos partidos en la Cámara de representación.