Prisiones propone que las víctimas puedan recurrir las excarcelaciones de etarras

El Secretario General de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, ha propuesto que las víctimas del terrorismo de ETA puedan recurrir las resoluciones judiciales adoptadas por el juez Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro. Ha recordado que actualmente sólo pueden hacerlo la Fiscalía o el propio preso afectado y se ha mostrado a favor de que las víctimas también puedan estar personadas en estos procesos.

En ese sentido, ha defendido que a través de "la nueva Ley que se está gestando con el Estatuto de la Víctima se pueda legitimar a la víctima para que pueda recurrir las resoluciones del Juez de Vigilancia Penitenciaria ya que en este momento la víctima no tiene esa posibilidad y la administración tampoco".

Actualmente, el juez de Vigilancia Penitenciaria es quien tiene la competencia –a partir de los informes de las cárceles– para decidir sobre beneficios penitenciarios como la concesión de permisos de salida de varios días o la aplicación del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario.

Por su parte, las concesiones de tercer grado recaen sobre la Administración, si bien el juez de Vigilancia tiene la última palabra en caso de recurso de la Fiscalía. Yuste ha participado este jueves en un seminario sobre víctimas del terrorismo y entre el público se encontraban varias personas afectadas por la violencia terrorista como la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza.

Tras su intervención, Yuste ha reiterado esta propuesta al ser preguntado por los medios de comunicación. Según ha dicho, desconoce la actual situación del Estatuto de la Víctima, pero ha mantenido su idea de que la víctima "debe tener la legitimación activa que ahora no tiene". "Cuando hay una resolución que afecta a sus intereses, que pueda personarse y recurrir", ha insistido.

Asimismo, tras destacar el compromiso de este Gobierno con las víctimas, también se ha mostrado partidario de acotar aquellos aspectos del reglamento penitenciario que puedan dar lugar a lo que ha definido como "arbitrariedad". Desde varios sectores de victimas se ha solicitado en el pasado una reforma del artículo 100.2 mediante el cual un preso puede abandonar a diario la prisión para trabajar o formarse o por motivos de salud.

Vía Nanclares, "expresión desafortunada"

Yuste también se ha referido a la denominada como 'Vía Nanclares'. El Secretario general de Instituciones Penitenciarias considera que es "desafortunada" esa expresión acuñada por el pasado Gobierno socialista y adoptada ahora también por el Ministerio de Interior que dirige Jorge Fernández Díaz, quien ha usado varias veces este término para explicar los acercamientos y beneficios a presos de ETA que rompen con la violencia y se acogen a las reinserciones individuales.

A juicio de Yuste esa estrategia ha existido siempre y ha recordado que, cuando asesinaron al concejal del PP Miguel Ángel Blanco en 1997, ya hubo varios presos etarras internos en ese mismo penal que se dejaron grabar manifestando sus críticas por ese crimen.

Valentín Lasarte y presos enfermos

Ha sido preguntado acerca de los presos acercados al país vasco que no colaboran con la Justicia, como es el caso de Valentín Lasarte, a quien se le denegó un permiso de salida de unos días por negarse a testificar en un juicio contra sus excompañeros de comando. Esta semana, Lasarte ha vuelto a acudir a la Audiencia Nacional como testigo.

Yuste ha dicho sobre él que "parece que está cambiando de criterio", pero ha lanzado una advertencia al resto de presos que han sido acercados al País Vasco y que no cumplan el requisito de colaborar con la Justicia: "como se va, se vuelve", ha dicho el secretario general tras explicar que estos traslados no son irreversibles y que ya se han dado casos de presos que han sido alejados por no dar muestras de evolución positiva.

Preguntado acerca de los presos enfermos, Yuste ha explicado que para conceder la libertad condicional a un preso por este motivo debe padecer una enfermedad grave e incurable. "La hipertensión puede ser grave y que hasta ahora no es curable, pero nadie puede pensar que eso puede evitar una pena privativa de libertad", ha ejemplificado Yuste, quien se ha referido a enfermedades "muy intensas" y que "pueden prever un desenlace infausto".