Qué desastre. El presupuesto de las fuerzas armadas ya es muy reducido, reducir 300 millones y pico este año en la décima parte de lo que cuestan las televisiones públicas, supone el chocolate del loro y a cambio, con un norte de África en plena ebullición y con nuestras empresas en el extrajero expropiadas, el daño que produce es enorme.
No hay proporción reducción-beneficio de ningún tipo