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Acebes revela que la detención de la cúpula etarra en Francia facilitó la operación de Nochebuena

El ministro del Interior, Ángel Acebes, considera que el fin de ETA se logrará por la vía policial y la cooperación internacional. En declaraciones a El País, Acebes ha revelado que la reciente desarticulación de la cúpula etarra en Francia facilitó la detención de dos miembros de ETA el día de Nochebuena.

L D (EFE) En la entrevista, Acebes mantiene que el fin de la banda terrorista "sólo ocurrirá cuando sea completamente derrotada y sus responsables estén en la cárcel" y "cuando además su estructura se encuentre desarticulada e ilegalizada, incluido el grupo parlamentario" en la Cámara vasca.

"Sólo estaremos a salvo de atentados cuando ETA esté completamente derrotada por la vía policial y por la cooperación internacional", opina el ministro, quien añade que "se equivocan quienes creen que el fin de ETA puede venir de un plan separatista o por la secesión".

Además el ministro señala, con todas las cautelas, que la desarticulación de la cúpula de ETA en Francia los pasados 4 y 9 de diciembre ha "facilitado" la operación policial que frustró el atentado preparado para Nochebuena. Según Acebes, "esa cúpula detenida en Francia era la que dirigía la totalidad de la estructura operativa de ETA, es decir, tenía a sus órdenes a todos los comandos legales o fichados". "Sin buscar una causa-efecto, cada vez que hay una detención de alguien relevante de la organización terrorista eso facilita informaciones que dan lugar a investigaciones posteriores", concluye Acebes.

 
Estas palabras del ministro del Interior vendrían a explicar las declaraciones del Delegado del Gobierno en Navarra, José Carlos Iribar, que explicó el viernes en Pamplona que, aunque los etarras Garikoitz Arruarte y Gorka Loran eran de los llamados "legales" de ETA –no fichados por la Policía–, "se conocían las andanzas" del primero, que residía en la capital navarra "de lunes a viernes y el fin de semana se marchaba a Guipúzcoa". Del otro, Gorka Lorán, poco después de su detención se supo, a través del Diario de Navarra, que trabajaba en una ikastola de Pamplona como profesor y que iba y venía todos los días a la capital de Navarra desde Hernani, donde vivía.
 
Esos datos, hechos públicos muy poco tiempo después de los arrestos, vendrían a demostrar que estos dos etarras estaban siendo sometidos a seguimiento por las fuerzas policiales desde hace días y que no fueron detenidos hasta que los agentes tuvieron un motivo concreto para poderles procesar, en este caso, cuando fueron capturados en los momentos previos a cometer un atentado terrorista con dos bombas camufladas en un tren que iban a estallar en la estación de ferrocarril de Chamartín, en Madrid.

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