Pero el principal problema no es el nivel de los ministros, que es pésimo, sino que por culpa suya, Sr. Aznar, por sus complejos tontos, todas las televisiones nacionales son de tendencia golpista de izquierda. ¿Cómo poder llegar a la inmensa mayoría de personas borregas que sólo ven televisión? Ese es su gran pecado.
Así es Josemari, y por eso obtienen tantos votos en un país lleno de ignorantes, resentidos y pesebreros que se sienten más identificados con Corbachos, Chacones, Aídos, Malenis y demás personajillos que con personas formadas, trabajadoras y consecuentes..
Aznar vaya putada nos hiciste. Nos dejastes solos delante de un nido de viboras y pusiste un ratón de centinela.
manupere, el último comentario es la raíz del comunismo, el pueblo para el pueblo, pero con los guardianes del pueblo. El que cada persona sea individualmente considerada, forma parte del liberalismo. Y desde luego si las elecciones no fueran listas cerradas y cada politico pudiese ser elegido libremente, no tendríamos a estos que nos gobiernan y que opositan. Lo que tenemos ahora como gobierno forma parte de una dictadura marxista, donde el individuo no es nadie
y el estado piensa por tí y tú debes obedecer porque es el progreso.
A mí, por supuesto que me causa bochorno, pero lo que más me avergüenza es que en este país haya tantos borregos que vuelvan a votar a estos individuos. Les defienden e incluso justifican. Hay demasiada cantidad de cafres. Va a ser muy difícil recuperar el nivel al que nos llevó el Sr. Aznar. Estamos volviendo a la España de Pajares y Esteso. Patético.
El mas impresentable de todos, el bobo solemne, el psicópata delincuente de la Moncloa. Pero ¿ es que nadie ve la asquerosa maniobra del bobierno detrás del asesinato y las consiguientes cataratas de vaciedades de sus políticos? ¿Seguís sin daros cuenta de que eta existe porque así lo desea ZP y por eso sigue negociando y permitiendo que acudan a las elecciones? Sólo queda un camino: salir a la calle para expulsar de la vida pública a este psicópata malnacido y sus incompetentes secuaces (conocidos como ministros). Que nadie espere que los del PP muevan una pezuña, son iguales que los otros, y para mas inri, se presentan como los "salvadores". ¡Acabemos de una vez con esta dictadura de los inútiles e imbéciles malnacidos! O ellos acabarán con nosotros.
Concuerdo con lo que dice, señor Aznar, porque es obvio. Pero debe recordarse que usted ha estado gobernando España dos legislaturas completas y, salvo una economía que marchaba aparentemente bien (se ve actualmente el final de esa singladura basada en la burbuja inmobiliaria y la concesión de créditos a mansalva), no hizo ni la reforma judicial necesaria ni tampoco las reformas educativas (ni en enseñanzas medias y bachillerato, ni tampoco en la universitaria). Así que no vaya de sobrado. En cuanto a ministros/as vergonzantes e incompetentes, también usted nombró unos cuantos.
Lo que verdaderamente es bochornoso, es tener un presidente que gobierno, que ya ha perdido el norte y MIENTE hasta en lo más intranscendente, esa obligación que parece que se ha impuesto de MENTIR en todo momento, parece ser que a una mayoría de españoles les es indiferente por eso le siguen votando.
Donde están esas consignas de que “España no se merece un gobierno que le MIENTA”.
Hasta el BCE, ya ha acusado a ZPara de MENTIR, y es que la única reputación que ha adquirido España en el punto de vista internacional es de MENTIR.
En España, parece ser que eso es la norma.
:/
El bochorno de Aznar lo compartimos millones de españoles.
Pero no sólo el bochorno; lo peor es la impotencia ante el disparate que se está llevando a cabo. El sistema actual priva a los ciudadanos de libertad de actuación en la vida política. Nos tenemos que limitar a votar cada varios años y, a partir de ahí, contemplar como espectadores los arreglos y compadreos de unos políticos incompetentes y sin principios.
Se hace necesario, como nunca, rescatar el principio de subsidiariedad y, consecuentemente, los cuerpos intermedios. Hay que acabar con la falacia del liberalismo político y devolver la soberanía al pueblo y, sobre todo, a cada persona individualmente considerada.