L D (EFE) Aznar subraya su firme objetivo de luchar contra el terrorismo, manteniendo la máxima solidaridad y atención con las víctimas, y resalta las enseñanzas de los atentados de 2001 en Estados Unidos. Del 11 de septiembre, Aznar recuerda que estaba seguro de que se produciría una "cadena espectacular de solidaridades inmediatas" que luego sería sucedida por lo contrario aunque, a su juicio, fue con la guerra de Irak cuando se manifestó en España un "antiamericanismo" que surge de prejuicios contra la gran potencia.
Explica que la decisión de apoyar a EEUU en la lucha contra el terrorismo internacional dejó de ser "personal" cuando fue respaldada por todo el Gobierno español, por el Partido Popular y por los ciudadanos en las elecciones municipales y autonómicas de 2003.
Explica que la decisión de apoyar a EEUU en la lucha contra el terrorismo internacional dejó de ser "personal" cuando fue respaldada por todo el Gobierno español, por el Partido Popular y por los ciudadanos en las elecciones municipales y autonómicas de 2003.
La postura del PSOE
Aznar explica que propuso al líder socialista y actual presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, la misma política de Estado cuando la invasión de Kuwait en 1990, con "todos los matices y reservas que creyese convenientes", pero no aceptó. "Durante la guerra de Irak, yo hice lo que creí que tenía que hacer", asegura Aznar y agrega que comprobó "hasta qué punto el trabajo que habíamos realizado durante años había dado su fruto. El liderazgo sirvió ahí para mantener unido al partido, para que la gente no tuviera miedo y se sintiera respaldada".
Reconoce su carácter "extrovertido...de puertas para adentro" y, si no es así, tiende "a una cierta sequedad en la expresión", lo que explica que se creara una imagen suya que combina "autoritarismo y prepotencia".
De sus años en la oposición, 1990-1996, destaca la ofensiva socialista por destruir su imagen de alternativa de gobierno, asegura que nunca utilizó esa clase de maniobras y estima que "la decisión de los españoles" de no darle la victoria en 1993 fue "correcta" porque el partido "no estaba totalmente maduro".
Aznar explica que propuso al líder socialista y actual presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, la misma política de Estado cuando la invasión de Kuwait en 1990, con "todos los matices y reservas que creyese convenientes", pero no aceptó. "Durante la guerra de Irak, yo hice lo que creí que tenía que hacer", asegura Aznar y agrega que comprobó "hasta qué punto el trabajo que habíamos realizado durante años había dado su fruto. El liderazgo sirvió ahí para mantener unido al partido, para que la gente no tuviera miedo y se sintiera respaldada".
Reconoce su carácter "extrovertido...de puertas para adentro" y, si no es así, tiende "a una cierta sequedad en la expresión", lo que explica que se creara una imagen suya que combina "autoritarismo y prepotencia".
De sus años en la oposición, 1990-1996, destaca la ofensiva socialista por destruir su imagen de alternativa de gobierno, asegura que nunca utilizó esa clase de maniobras y estima que "la decisión de los españoles" de no darle la victoria en 1993 fue "correcta" porque el partido "no estaba totalmente maduro".
