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De la Vega dice que el Estatuto catalán "es la mejor argamasa para cohesionar el Estado"

El Pleno del Congreso debate este jueves la reforma del Estatuto de Cataluña. Aunque en un principio se especuló con la posibilidad de que interviniese Zapatero, finalmente fue la vicepresidenta quien subió a la tribuna y defendió la constitucionalidad del texto. Al inicio de la sesión, Manuel Marín dio la bienvenida a la representación de la Generalidad y el Parlament, a los que se dirigió en catalán: "Como diría Serrat, 'hoy puede ser un gran día'". Después dio la palabra a Rajoy, ante la sorpresa del líder del PP. Marín se había confundido y tuvo que pedir perdón a la vicepresidenta a la que 'no había visto'.

(Libertad Digital) El debate comenzó a las 09:15 horas con la intervención de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. Comenzó su discurso recordando que "el 14 de marzo de 2004 ya se encontraban en tramitación varios procesos de reforma y se había anunciado la reforma de otros tantos". Por ello, explicó, el PSOE asumió "el compromiso de apoyarlas", desde el convencimiento de "las bondades del proceso de descentralización". Según explicó, las reformas propiciarían "que los ciudadanos se identifiquen con sus leyes", como "condición ineludible para el éxito democrático". "Nos parece esencial que se sientan reconocidos en marco institucional y les permita desarrollar el sentimiento de pertenencia en la comunidad jurídica".
 
Tras una alabanza de las ventajas del sistema autonómico, recordó lo que afirmó Zapatero en su discurso de investidura, que "reformar los Estatutos es optar por vivir dentro de ellos", bajo "tres condiciones": el "respeto a la Constitución", su aprobación por "mayorías de consenso" y "responder a las necesidades de los ciudadanos". "La reforma sólo tiene sentido si incrementa la cohesión social entre ciudadanos y territorios", dijo. En este contexto se refirió al Estatuto catalán y el "fructífero" trabajo parlamentario que ha llevado hasta él, "forjado en la negociación leal y abierta" y como "una respuesta a la demanda de más autogobierno" y la "construcción armónica del Estado de las autonomías".

En cuanto al procedimiento, dijo que creen "en el diálogo" y rechazan "la dialéctica de la confrontación". "Algunas fuerzas tacharon el proyecto de anticonstitucional o de reforma encubierta" de la Constitución, dijo en referencia al PP. "Hicimos lo correcto", aseguró, "admitiendo a trámite la propuesta", "lo que exige la democracia, abrir las puertas al debate, al intercambio de ideas" y "no nos equivocamos, como ha confirmado el Tribunal Constitucional", en referencia al recurso interpuesto por los populares. El Estatuto, dijo, es "la mejor argamasa para cohesionar el estado autonómico" y es "plenamente conforme a la Constitución". "Ha pasado el cedazo del análisis de la comisión" y "el resultado es un texto constitucional". Insistió en que el nuevo texto estatutario es una "conjunción democrática del Parlamento catalán y estas Cortes" y "refuerza la unidad" de España; por ello, dijo De la Vega, es "excelente y bueno para el Estado" porque se "circunscribe a la Constitución, y reconoce "la diversidad enriquece al Estado".

María Teresa Fernández de la Vega añadió que el Estatuto "mejora la financiación" e incorpora principios que son "generalizables" a las demás comunidades autónomas, ya que suponen "más autogobierno y más responsabilidad". El destinatario y la razón de ser de ese "mayor autogobierno –dijo De la Vega– es la ciudadanía". Y es que es "un Estatuto que se ocupa y preocupa de los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña". En definitiva, para la vicepresidenta del Gobierno, el texto mejora las condiciones de los ciudadanos catalanes, así como la "unidad" del Estado, los "mecanismos de comunicación entre las Administraciones" de las distintas comunidades y ofrece "estabilidad al sistema autonómico".

Para finalizar, Fernández de la Vega recordó la frase del jurista y político catalán Amadeu Hurtado en 1932 –y que también pronunció en 1979 Miquel Roca–  en la que decía tener la absoluta seguridad de que dentro de muy poco tiempo los que habían votado el Estatuto y los que no lo hicieron querrían tener todos el honor de haberlo votado. "Yo lo suscribo", concluyó la vicepresidenta.

Cinco horas de debate

A su intervención le siguieron las de los grupos parlamentarios de mayor a menor (excepto el socialista que intervendrá en último lugar) con turnos de 20 minutos cada uno. Tras esta primera ronda, habrá una segunda de réplica con intervenciones de 10 minutos y una tercera (dúplica) con turnos de cinco minutos. Tras las cinco horas de debate se someterá a votación el texto, en esta ocasión y a petición del PP de forma nominal, por lo que en lugar de utilizarse el habitual panel de recuento de votos, el presidente del Congreso irá llamando uno a uno a los diputados para que, en voz alta, expresen el sentido de su voto –sí, no, o abstención.

Será una única votación, pues en esta sesión plenaria no caben enmiendas, y para que la reforma sea aprobada y remitida al Senado se requiere mayoría absoluta (176 votos). En principio, el 'sí' está garantizado pues PSOE, CiU, PNV, IU-ICV, CC y BNG suman 191 diputados frente a los 157 del PP, ERC y EA, que han anunciado su voto en contra, como hicieron en la Comisión Constitucional.
 
Fuentes del PP consultadas por Europa Press señalaron que, actualmente, ya son cuatro millones las firmas recogidas para apoyar la iniciativa parlamentaria popular en la que se inste al Gobierno a convocar un referéndum sobre el Estatuto catalán en toda España. Esas firmas serán registradas en el Congreso antes de que finalice el trámite que aún ha de pasar el texto en el Senado, seguramente cuando hayan pasado las vacaciones de Semana Santa.

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