L D (Agencias) Luis Garrudo Hernández, portero de la finca de Alcalá de Henares (Madrid) que detectó la furgoneta utilizada por los terroristas autores del 11-M, dijo que sobre las 12.30 horas de ese día escuchó –no pudo precisar a quién– que se habían encontrado en el vehículo detonadores y cintas.
Esta versión contradice el informe policial firmado por el entonces subdirector general Operativo de la Policía, Pedro Díaz Pintado, en el que se afirma que la furgoneta llegó al complejo policial de Canillas aproximadamente a las 15.30 horas y fue en ese momento cuando se hallaron siete detonadores debajo del asiento del conductor, una cinta de casete con caracteres árabes y restos de explosivo.
Garrudo compareció en la comisión parlamentaria que investiga los atentados del pasado 11 de marzo, donde expuso que sólo en su segunda declaración policial –prestada en la Comisaría General de Información, en Canillas, entre las siete y las ocho de la tarde– dijo a los agentes que creía que las personas que vio alrededor de la furgoneta esa mañana eran "extranjeras". En la primera declaración –en la Brigada Provincial de Información del barrio de Moratalaz– no pudo precisar si las personas que él había visto eran españoles o extranjeros, aunque los policías también le preguntaron.
"En mi subconsciente me dio la impresión de que eran extranjeros"
Al detallar cómo vio a los ocupantes de la furgoneta, dijo que el primero de ellos –de entre 1,80 y 1,90 metros de altura, joven y delgado– se dirigía hacia la estación de tren, tenía el rostro tapado por un gorro y un pañuelo y, por tanto, apenas pudo verle, aunque sí a los otros dos.
El portero detalló a los diputados que sobre las 12.30 horas, antes de ser trasladado a Madrid para prestar declaración, ya escuchó –no sabe si de un vecino o de un policía– que los agentes habían encontrado detonadores. También oyó hablar de cintas "de vídeo o de casete" en la furgoneta, aunque dijo que no sabe si fue en los medios de comunicación y tampoco pudo precisar la hora.
Después de Luis Garrudo y de la directora del Instituto Anatómico Forense, Carmen Baladía, prestó declaración el comisario jefe de Policía de Alcalá de Henares. Eduardo Blanco aseguró que durante la inspección realizada a la furgoneta utilizada en el 11-M no se buscaron ni encontraron los detonadores ni la cinta de casete y agregó que la hipótesis inicial de trabajo era la autoría de ETA.
Blanco reiteró que la única inspección que se hizo de la furgoneta utilizada por los terroristas el 11-M fue la relativa a la búsqueda de explosivos y agregó que posteriormente se precintó el vehículo para evitar que se borrasen las huellas. El comisario aclaró que en Alcalá sólo entró en la furgoneta el agente que acompañaba al perro que buscó los explosivos y recalcó que la tesis con la que empezaron a trabajar era que ETA había cometido los atentados.