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El jefe de Policía vuelve a incriminar a García Hidalgo

En unas declaraciones rodeadas de secretismo,  el inspector jefe de la Policía que dirigió la investigación sobre el chivatazo a ETA ha vuelto este jueves a incriminar al que fuera director general del Cuerpo, Víctor García Hidalgo. Garzón reactiva así la investigación del caso Faisán.

En unas declaraciones rodeadas de secretismo,  el inspector jefe de la Policía que dirigió la investigación sobre el chivatazo a ETA ha vuelto este jueves a incriminar al que fuera director general del Cuerpo, Víctor García Hidalgo. Garzón reactiva así la investigación del caso Faisán.

No hay nombres nuevos sobre quién pudo ser el responsable del chivatazo a la banda terrorista ETA en mayo de 2006 ni tampoco nuevos imputados en la causa. Tras unas declaraciones de casi dos horas de duración ante el juez Baltasar Garzón, el jefe del equipo que dirigió la investigación sobre el supuesto "soplo", conocido como Carlos G., ha vuelto este miércoles a apuntar al ex director general de Policía Víctor García Hidalgo como principal acusado del "chivatazo" a la banda criminal.

Los interrogatorios, a los que también han acudido otros dos miembros del Cuerpo de Policía, han estado rodeados de expectación y también de secretismo. En primer lugar, porque la causa continúa bajo secreto sumarial, con orden estricta del juez instructor de que no se filtre ningún dato de la investigación. Y en segundo lugar, porque al ser agentes de la lucha antiterrorista los policías que han declarado este miércoles en la Audiencia Nacional éstos ni siquiera han entrado ni han salido por la puerta principal del tribunal, evitando así que se les pudiese ver.

Por su parte, los abogados de la acusación particular, ejercida por las asociaciones de víctimas Dignidad y Justicia (DyJ) y la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) no han querido hacer declaraciones.

García Hidalgo, principal acusado

Sin embargo, según han señalado fuentes jurídicas presenciales, el autor principal del informe, conocido como Carlos G., se ratifica en sus declaraciones y vuelve a incriminar a García Hidalgo, al jefe superior de Policía del País Vasco y a un inspector de la Brigada de Información de Álava como responsables  de unos hechos de "una gravedad sin precedentes en la historia de la lucha contra el terrorismo en España”.

Tanto Carlos G. como los otros dos policías que han declarado en la Audiencia, mantienen su condición de testigo tras el interrogatorio, ya que ninguna de las partes personadas en la causa solicitó su imputación.

 "Lo que había es lo que sigue habiendo", señalaron fuentes fiscales de la Audiencia, que añadieron que el testimonio del jefe del equipo de investigación "no añade nada nuevo pero ha sido muy interesante y ha servido para mucho".

"Cumplieron órdenes"

Según el informe de Carlos G., el chivatazo se habría producido después de que García Hidalgo ordenara que la información sobre la operación llegara al propietario del bar 'Faisán' de Irún, el proetarra Joseba Elosúa, mediante una llamada que el jefe superior realizó al inspector de Álava, que habría entregado a éste su teléfono móvil.

Tras la declaración del inspector de policía, comparecieron ante Garzón dos funcionarios del Grupo VIII de la Brigada Provincial de Investigación de San Sebastián identificados con los nombres de 'Unai' y 'Sugoi' que formaron parte del operativo instalado en torno al bar Faisán de Irún (Guipúzcoa), el lugar donde se produjeron los hechos el 4 de mayo de 2006.

Los dos policías, que forman parte de la escala básica del Cuerpo, explicaron que el día de los hechos se limitaron a cumplir las órdenes que les dieron sus superiores hasta el momento en el que se desmontó el operativo.


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