Antes la noticia era que Soraya no sabía de qué iba la querella contra Manzano, ahora se deja la cosa en un diplomático y desentendido respeto a la actuación de la justicia.
El PP no quiere mojarse. Decía yo en el comentario que me suscitó el primer y corregido titular que esa actitud evitaba que los sofistas redujeran la controversia del 11-M a una mera disputa partidista, lo cual era bueno. Un poquito bueno.
Pero también recordaba el célebre dicho de Edmun Burke: el triunfo del mal sólo precisa de la desidia de los justos. Lo cual convierte, en mi insolente opinión, la apatía del PP en gravemente irresponsable.
Como mi primer comentario no llegó a ver la luz, malogrado junto al primer titular, lo repito más que nada para comprobar si es que resulta demasiado inconveniente o sin interés a juicio del moderador:
Peor si cabe que el asesinato de doscientas personas es el espectáculo infame de absoluto desprecio y burla del estado de derecho que padecemos. Una democracia puede superar peores matanzas si se hace justicia y los culpables son debidamente castigados, pero no aguanta ni un minuto de corrupción generalizada de sus instituciones. Es cierto que no conocemos los nombres y apellidos de los auténticos responsables del 11-M, por lo que es preciso seguir investigando, pero sí sabemos positivamente que existe una más que presumible obstrucción a estas investigaciones y un más que presumible esfuerzo por ocultar la verdad sólo posible desde la corrupción sistemática del sistema político judicial. Esto sí que lo sabemos y no requiere de ninguna investigación. Y esto lo sabe la oposición. Esto es de tal gravedad y escándalo que quien mira para otro lado se convierte en cómplice del mal. Con su pasividad, la “oposición” se está convirtiendo en cómplice objetivo del mal
Y no se me diga que es por que no arda Troya -yo la veo rendida que es bastante peor-, porque tampoco se piden heroicidades –la prudencia no está necesariamente reñida con la contundencia- sino un mínimo de dignidad